El Grupo de Puebla, de líderes de Iberoamérica que se presentan como progresistas, se reúne este viernes en la capital argentina con el presidente electoAlberto Fernández como anfitrión, en medio de la expectativa ante la posible liberación del ex presidente de Brasil, Lula da Silva.
Al encuentro, que se desarrollará hasta el domingo bajo el lema «El cambio es el progresismo», asistirán entre otros los ex presidentes Dilma Rousseff (Brasil), Fernando Lugo (Paraguay) y Ernesto Samper (Colombia).
También estarán presentes el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, y el candidato presidencial uruguayo Daniel Martínez, del Frente Amplio, que competirá en balotaje en Uruguay el 24 de noviembre.
El cónclave estará dominado por el nuevo escenario abierto en Brasil con un reciente fallo de la Corte Suprema de ese país que dejó a un paso de la libertad al ex presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva.
Los abogados del ex mandatario (2003-2010) anunciaron que pedirán la «liberación inmediata» de Lula, quien purga una sentencia a 8 años y 10 meses de prisión por corrupción y lavado de dinero en el marco de la causa anticorrupción Lava Jato.
¿Cuál es el plan de la izquierda detrás de los disturbios en Latinoamérica?
«El Supremo Tribunal Federal de Brasil ha decidido que las condenas a prisión solo son ejecutables una vez que hayan quedado firmes. Es lo mismo que venimos reclamando en Argentina desde hace años. ¡Valió la pena la demanda de tantos!¡#LulaLivreAmanhã!», escribió Fernández en Twitter.
El cambio de situación judicial del líder de la izquierda brasileña se da en un contexto regional de convulsión y protestas sociales en Chile, Bolivia y Ecuador, así como en medio de un giro político en Argentina. En el país anfitrión, el peronista de centroizquierda Fernández asumirá la presidencia el 10 de diciembre en remplazo del liberal Mauricio Macri, tras cuatro años de gobierno que resultaron en una profunda crisis económica en la tercera economía de América Latina.
El cambio también representará la vuelta al gobierno de la ex mandataria Cristina Kirchner (2007-2015), esta vez como vicepresidenta argentina. Kirchner no participará de las deliberaciones del Grupo de Puebla porque estará hasta el lunes en La Habana, donde visita a su hija Florencia, quien se encuentra en Cuba bajo tratamiento médico.
Sin embargo su vuelta al gobierno sobrevolará la reunión que se realizará en un hotel céntrico porteño y cuya apertura estará a cargo de Fernández. «Queremos buscar en nuestras diferencias aquello que nos une. Este encuentro es una invitación a reflexionar actuando junto a 32 líderes progresistas de 12 países», dice la convocatoria.
El cónclave de Buenos Aires será el segundo del Grupo de Puebla, que selló su nacimiento en julio pasado en México, con Fernández como uno de sus principales impulsores. Es la contracara del Grupo de Lima, surgido como una iniciativa de gobernantes neoliberales de la región con fuerte posicionamiento de condena al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
Se espera que el documento final contenga pronunciamientos respecto al presente judicial de Lula y a la situación en Venezuela, Chile, Ecuador y Bolivia.
En Brasilia, el Grupo de Lima se reúne este viernes para analizar la situación de Venezuela y el estancamiento de la crisis en ese país.
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