Arrestaron a un sospechoso de la masacre de los nueve miembros de una familia mormona en México, informó la Agencia Ministerial para Investigaciones Criminales, AMIC, por sus siglas en inglés, en Facebook.
La autoridades revelaron que el sospechoso portaba varias armas de grueso calibre. Además, tenía a dos personas privadas de libertad en la región de Agua Prieta.
“Se analiza la posibilidad de que hayan participado en ese lamentable suceso”, precisaron.
¿Qué sucedió?
Este lunes, tres mujeres y seis niños, fueron víctimas de una terrible masacre en Chihuahua.
Otros ocho niños lograron escapar, aunque al menos cinco tuvieron heridas de bala y fueron trasladados a Estados Unidos para recibir la atención necesaria.
El Ministro de Seguridad de México, Alfonso Durazo, dijo que el ataque podría haber sido un caso de identidad equivocada de grupos en conflicto en el área.
Los muertos incluían unos mellizos de 8 meses de edad. Los atacantes mataron a una mujer, Christina Langford Johnson, después de que se bajó de uno de los vehículos y agitó las manos para demostrar que no representaba una amenaza, reseñó el Universal de México.
Sin embargo, fue encontrada sin vida a unos 15 metros de distancia de su camioneta Suburban, con heridas de bala. Su hija de 7 meses de edad, Faith Marie Johnson, fue hallada ilesa en el asiento del vehículo.
Kendra Miller, una familiar, aseguró que la pequeña había sido puesta en el piso del carro por su madre para tratar de protegerla. “Dio su vida para tratar de salvar al resto”.
A unos cuantos metros de distancia, Dawna Ray Langford, de 43 años, yacía muerta en el asiento delantero de otra Suburban, junto con los cuerpos llenos de balas de sus hijos, de 11 y 2 años.
Los pequeños escaparon
Entre los niños que escaparon, uno había recibido un impacto de bala en el rostro; otro tenía un disparo en el pie. Una niña sufrió heridas en la espalda y pie.
Escondido entre la maleza, un pequeño ocultó a los demás niños y caminó de regreso a La Mora para buscar ayuda. Otra niña, que en un principio fue reportada como desaparecida, caminó en otra dirección, pese a las heridas que sufrió, para encontrar a alguien que la auxiliara.
Un grupo de familiares partió para tratar de rescatar a los pequeños, pero regresó cuando escucharon disparos.
Un familiar que se negó a proporcionar su identidad dijo en una entrevista que cuando la familia llegó a la escena donde inició el ataque, a unos 18 kilómetros del lugar donde las otras dos madres fueron asesinadas, encontraron una camioneta Chevy Tahoe calcinada.
En el interior vieron los restos quemados de Rhonita Miller, de 30 años, de su hija de 10, su hijo de 12 y sus gemelos de 8 meses de edad. “Los redujeron a cenizas”, dijo un familiar.
Los agresores habían disparado decenas de veces contra el vehículo y aparentemente dieron con el tanque de gasolina, lo que causó su explosión.
“Había probablemente 50 o 60 de ellos, estaban armados hasta los dientes”, comentó un familiar.
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