Es, con toda probabilidad, el cantante más analizado del mundo. La obra dylaniana alcanza dimensiones oceánicas, y a pesar de ello, es la menos comprendida tras el fallo de la Academia Sueca al otorgarle el Premio Nobel de Literatura 2016 «por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción».
Bob Dylan es el personaje que desmitifica esa idea de que literatura es sinónimo de libros e intelectualidad soberana. Es, sin duda, un juglar que se multiplica a sí mismo con personajes tan exóticos como alucinantes; algunos son vagabundos, otros inmigrantes, músicos itinerantes dirían otros, pero en cada uno de ellos está atrapada la prosa subyugante de uno de los músicos más inteligentes de todos los tiempos, aunque a muchos les haya costado asimilarlo.
Al leer su obra, sus canciones, sus frases, sus lírica, como contemplándola desde un umbral, su universo es desquiciante; adentrándonos en él, entrecruzamos las fronteras de lo real y lo fantástico donde Robert Zimmerman se ha confundido con el paisaje y nos asalta como un demiurgo venido en la noche para elevarnos por los múltiples escenarios de la Norteamérica de posguerra.
En parte, la obra de Dylan parece estar repleta de odio a los convencionalismos americanos, y se erige en un canto de esperanza a toda la contracultura, a las minorías, a los movimientos antibélicos, toda una voz de una generación que se ha prolongado por más de 50 años. Sus letras no dejan de ser un canto extremo y admirable a las libertades tradicionales americanas, una travesía despiadada por su país y su inconsciente; el narrador de la urbe, de las prostitutas, de los locos, de los reventados por la vida, de todo ese delirante modus vivendi americano.
Bob Dylan combina desvergonzadamente amor, sexo, odio, sueños, pasiones, realidad, frustraciones y muchos etcéteras en una obra única y feroz, en la que convergen los sentimientos y contradicciones de un hombre que bien se podría encontrar al borde del abismo, pero al mismo tiempo lleno de amor por la vida.
Sus escritos, están ausentes de estructuras convencionales y carentes del uso de una narración lineal, los cuales se vinculan a la exposición introspectiva de un universo modelado con un cierto sentido lírico de la prosa, esencia libertaria y vitalista, y de una plasmación autobiográfica con base en el flujo de conciencia.
Bob Dylan es muchos libros en un solo cantautor, muchas historias e interpretaciones en un único universo, es la vida misma por donde guste ser tomada; un mosaico donde los personajes aparecen retratados en distintos momentos de sus vidas, por lo que Bob Dylan Obras completas (Malpaso) puede ser leída a partir de donde guste el lector, y concluida de la misma manera. Ahí está, la riqueza de múltiples lecturas y de toda su riqueza. Una obra única y excepcional.
En definitiva, “Bob Dylan es cantautor de cantautores, y Ediciones Malpaso presenta la edición integral de su cancionero completo, en edición bilingüe. El libro ofrece, por fin, la posibilidad de explorar el vastísimo universo poético del bardo de Minnesota, desde sus primeros tientos profesionales como cantautor contestatario e ídolo de su generación, hasta el día que abrazó las armas del rocanrol y electrificó su imaginario musical. Con esta transformación también llegaría un nuevo lenguaje poético y su inclusión definitiva en el olimpo del rock. De sus fugaces conversiones religiosas a distintos credos y de otros tantos desvaríos también da noticia el propio cancionero, que deviene en hoja de ruta lírica de la singladura vital de Bob Dylan”.
Bob Dylan, el músico cantor que electrizó a toda una generación literaria.
@plumavertical
Noticias Relacionadas
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional