¿Qué es lo que realmente ocurre en la América Latina de nuestros días? Sacudida por una serie de acontecimientos en los últimos tiempos, a primera vista pareciera que nuestra región no se encuentra a sí misma, y a un camino común que le permita transitar hacia la integración socioeconómica y política. Sin encontrar un modo más prometedor hacia el futuro, y más eficaz en la atención de las inmediatas demandas sociales, nuestros países presentan aún la enfermedad que reaparece entre fórmulas de caudillos y estatistas que simulan poder enfrentar la presión de dichas demandas.
De manera aislada no conseguiremos integrar una mirada desde una más elevada y efectiva perspectiva. Desde esta columna hemos sugerido la perspectiva histórica. Que observemos el proceso de nuestros países desde tiempos del fin de la Primera Guerra Mundial, al menos un siglo para acá, nos permitiría una posible mejor explicación de nuestros procesos actuales. La ineludible ínterrelación con aquellos, y entre nosotros. En cada país con su realidad y especificidad interna, hemos tenido, tenemos actualmente y sin duda tendremos aún mayor en el futuro, influencia del entorno mundial e inseparablemente del regional; para nuestro bien o para nuestro mal, dependiendo como nos preparemos para afrontar amenazas y aprovechar oportunidades.
En primer término, más que enfocarnos en buscar culpables de nuestras tragedias y miserias en nuestro exterior, como algunos pudieran pensarse que es la tendencia en la que pretendía orientar mis observaciones, quiero más bien procurar el despertar en nosotros la agudeza de análisis sobre qué nos ha influenciado, qué actores e intereses determinantes del marco mundial, en lo económico y del pensamiento político doctrinario sobre la sociedad y el Estado, que nos ha alimentado hasta traernos a lo que en mayor medida somos ahora o hemos logrado ser como región. La América toda se alimentó, por razones históricas obvias, del debate europeo acerca del modo como debía organizarse la sociedad, el Estado, sus funciones y alcances.
La falla de origen, en cuanto a que no completamos en aquel tiempo un vital debate, ni llegamos a compartir una visión en nuestra dirigencia de América del Sur y del Caribe, del modo del ejemplo de organización de la «Unión de los Estados Unidos de América», sobre la adopción del modelo liberal americano de soberanía ciudadana sobre los recursos de su territorio. Por encima de la preeminencia del Estado sobre dichos recursos, al mejor estilo monárquico del Estado, que ocupó la representación del anterior monarca mediante la figura de un Estado presidencialista, al modo como hemos entendido la necesaria existencia del “caudillo”, adaptando vocablo al español del alemán fuhrer o del italiano duce.
Más que la administración temporal del Estado por parte de un presidente por mandato popular democrático para atender las responsabilidades frente a sus mandantes, el presidente lo convertimos en caudillo. Más que establecer instituciones para garantizar un marco de justicia y de derecho, junto a la factibilidad de proyectos flexibles y adaptables en el tiempo en lo económico, para un plan nacional estable para el desarrollo integral de un país, mediante la aplicación de la Constitución y las leyes; en cambio el caudillo ejerce las facultades absolutas de amplia discrecionalidad de manipulación del tesoro público, el endeudamiento, la decisión de comprometer políticas de ilusión de prosperidad momentánea, para luego pagar años de sufrimientos y rigideces que obstaculizan las oportunidades futuras a la propia sociedad. No dejar margen al poder de los ciudadanos, y a sus diversas y legítimas formas de organización, libres, emprendedoras, que adelantan realmente gestión de soluciones innovadoras, creativas, y de amplia gama de posibilidades de creación que se puede desatar solo en libertad, y de manera histórica demostrada como alternativa óptima, respetando al ser humano en su primer derecho, ¡cual es su derecho al libre albedrío!
Próximamente estaremos anunciando fecha de realización e invitados especiales para este diciembre al Primer Encuentro del Pensamiento Libertario desde nuestra Cátedra Internacional por la Libertad Francisco de Miranda. Gracias al apoyo de la Florida International University y a su Venezuelan Student Alliance, hemos venimos desarrollando, autoimponiéndonos esta hermosa tarea, el impulso del debate de la necesaria Alianza Internacional de nuestros países dentro de todo el continente americano, para como lo dice la ciencia estar despiertos frente al momento más oscuro, que es cuando se inicia el nuevo amanecer.
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