Asier Cazalis jamás había pasado tanto tiempo sin tocar. Un cuadro severo de hepatitis lo alejó de los escenarios por cuatro meses. Caramelos de Cianuro, la banda que integra en estos momentos con Pavel Tello (bajista) y Darío Adames (baterista), suspendió todas las presentaciones. Será el sábado 26 de octubre, en el Johnnie Walker Fest 2019, donde la agrupación regresará a tarima para compartir con Los Amigos Invisibles en la Lagunita Country Club.
El músico estuvo en reposo absoluto para evitar cualquier tipo de complicaciones con el hígado. Este tiempo le sirvió, comenta Cazalis, para reflexionar sobre su propia vulnerabilidad. Jamás se había enfermado. Y también para trabajar en el nuevo disco de la banda, Retrovisor: Acústico. El álbum, aún sin fecha de publicación, es una compilación de 13 éxitos de la carrera musical de la agrupación, una revisión menos pesada de los temas que surgió casi por accidente.
«Siempre he tenido una salud de hierro. Ni caries me han salido. Creo que la hepatitis me dio un sacudón de realidad. A todos nos pasan cosas malas y esta vez me tocó a mí, que siempre he sido muy afortunado en la vida», reflexiona el cantante.
La última vez que Caramelos de Cianuro y Los Amigos Invisibles tocaron juntos en Venezuela fue hace 15 años, recuerda Cazalis. «Siempre coincidimos en escenarios por todo el mundo menos acá. Así que será muy divertido», asegura.
Cazalis, además de trabajar en el nuevo disco de la banda, también utilizó su reposo para escribir el prólogo del libro Educación anterior: La historia del punk en Venezuela, que describió como una experiencia conmovedora. «Muchos recuerdos de una época maravillosa, en la que había muchas bandas y una escena local en cada ciudad. Eso se extraña», añade.
Considera el intérprete de «Verónica» que con el paso de los años ha ido cambiado la manera en la que hacen música, en la que trabajan las letras. «Es por eso que seguimos teniendo vigencia». Cazalis cree que el secreto de la banda ha sido concentrarse en las líricas y la melodía de las canciones, más que en el género. «Una buena canción funciona siempre. Puede ser tocada con una guitarra acústica o con una orquesta sinfónica, y de la misma forma transmitir», destaca.
Celebra que las canciones de Caramelos de Cianuro perduren en el tiempo y sean influencia para las nuevas generaciones de músicos en el país: «Siempre se me acercan nuevos artistas para agradecerme porque sienten que, gracias a la banda, pudieron desarrollar una carrera musical. Les dimos fuerza y confianza para seguir luchando».
Cazalis, de 47 años de edad, asegura que los últimos tiempos han sido difíciles para los productores y artistas, pues la industria no escapa de la grave crisis económica, política y social que atraviesa el país. Sin embargo, dice que la oferta de shows se está activando poco a poco, luego de estar prácticamente paralizada. «Tenemos muchas ofertas para girar por el país, así que pendientes por nuestras redes», dice.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional