La crisis económica en Argentina puso en jaque la posibilidad de reelección del presidente liberal Mauricio Macri frente al opositor Alberto Fernández, apoyado por peronistas de centro y de izquierda frente al agobio por la recesión, la deuda, la inflación y la pobreza.
Macri impulsó un plan de apertura que incluyó medidas de austeridad, como la eliminación de subsidios y la restricción de la base monetaria, que sostiene eran necesarias para corregir los desequilibrios económicos dejados por su predecesora Cristina Kirchner, ahora aspirante a la vicepresidencia en fórmula con Fernández.
Dos modelos contrarios se miden el domingo en las elecciones presidenciales y de renovación parcial del Congreso. Estas son las claves económicas de una situación crítica sobre la que cabalga la oposición para cosechar más rechazos al gobierno que adhesiones propias:
1. Inflación
Argentina es de los pocos países emergentes y en desarrollo que no ha logrado domar la inflación.
Mientras para todo el grupo el Fondo Monetario Internacional proyecta un promedio de 4,7% al cierre de 2019, la previsión para Argentina es de 57,3%, de las más altas del mundo. De enero a septiembre acumula 37,7%.
Una fuerte depreciación de la moneda, 34% de enero a septiembre, y un comportamiento inercial influyen en el alto índice de precios, según Matías Rajnerman, analista de la consultora Ecolatina.
Desde la crisis de 2001, los argentinos conviven con índices inflacionarios de dos dígitos, pero en estos años “no ha habido un aumento de precios así”, advirtió.
El gobierno congeló tarifas de servicios y combustibles en el último tramo de la campaña, y eliminó algunos impuestos. “El próximo tendrá que desarmar el problema rápido”, consideró Rajnerman.
Hasta ahora, ni Fernández ni Macri han presentado un plan claro sobre cómo atacar la inflación.
2. Recesión
El país está en recesión desde el segundo trimestre de 2018, con caída del PIB de 2,5% en 2018. El FMI calcula que la baja en 2019 será de 3,1% y en 2020 de 1,3%.
Macri asegura en campaña que “ahora sí, viene el crecimiento, porque cuatro años, de gobierno, es poco”.
Fernández se comprometió con la Unión Industrial Argentina a que el sector fabril, el más castigado con cierres de fábricas, será pilar de la recuperación. Hasta ahora acumula 16 meses consecutivos de baja.
La caída del consumo y tasas de interés de hasta 80% anual con las que se intenta contener la fuga de divisas sofocan las posibilidades de crecimiento.
“Ninguna economía eficiente puede crecer con tasas de interés extravagantes”, opinó Pablo Tigani, máster en Política Económica Internacional.
3. Pobreza
El aumento de la pobreza es uno de los temas que más preocupa a los argentinos.
Hace pocas semanas, el congreso aprobó una ley de emergencia alimentaria para destinar más recursos a los planes sociales.
“Inflación más recesión han dado como resultado un fuerte incremento en los niveles de pobreza, que pasaron de un estimado de 29% en 2015 hasta 35,4% para el primer semestre de 2019”, indicó Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía.
Fernández ha propuesto un plan para unir al estado con las empresas y las organizaciones de la economía popular en un consejo federal para bajar los precios de la canasta básica y aplicar una política alimentaria.
4. Déficit
Con un severo plan de austeridad, Argentina pudo bajar el déficit fiscal primario de casi 7% del PIB en 2015 a un estimado de 0,5% este año.
A cambio, el FMI le concedió un préstamo por 57.000 millones de dólares a tres años, de los cuales ha desembolsado 44.000 millones desde mayo de 2018, cuando los mercados internacionales le cerraron la puerta.
5. Deuda
La deuda asciende a 315.000 millones de dólares y el gobierno estima que en junio era equivalente a 68% del PIB. Pero las calificadoras de riesgo calculan en la actualidad esa relación en casi 100% del PIB.
El gobierno de Macri planteó un reperfilamiento para postergar los vencimientos. Fernández ha descartado un default, pero aclaró que Argentina pagará en la medida que pueda crecer y generar dólares.
El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, ha recomendado que “gane quien gane” emprenda rápidamente una negociación amigable con los acreedores para que el país pueda acceder nuevamente a los mercados.
“Una negociación hostil sería más gravosa. Ningún país puede pasar año y medio pagando deuda sin refinanciamiento, ningún país lo hace”, resaltó.
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