Una nueva tanda de medidas para endurecer aún más el embargo comercial de Estados Unidos a Cuba entró en vigor este lunes. Las nuevas represalias amenazan con aislar más este país, contra el que Washington se reserva sanciones, entre ellas la inclusión en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo a Efe que las sanciones fueron impuestas como castigo por el apoyo de La Habana al régimen de Nicolás Maduro.
“El apoyo desmedido de Cuba a Maduro demuestra la disposición del régimen a exportar su sistema de represión y abusos contra los derechos humanos, desestabilizando a toda la región”, afirmó el portavoz.
Rechazó comentar las potenciales deliberaciones relacionadas con el proceso para incluir a un país en la lista de patrocinadores del terrorismo que elabora el Departamento de Estado, de la que Cuba salió en 2015, durante el deshielo entonces entre las dos naciones.
Las sanciones
Las nuevas sanciones establecen que, a partir de este lunes, Estados Unidos prohíbe al resto del mundo vender a Cuba artículos que contengan un 10% de componentes estadounidenses.
Eso supone un cambio sustancial, pues hasta ahora se podían exportar productos que tuvieran hasta un 25% de piezas hechas en Estados Unidos.
Asimismo, se determinó que solo podrán venderse en Cuba aquellas infraestructuras de telecomunicaciones que faciliten el libre flujo de informaciones entre el pueblo cubano.
También se prohíbe a compañías y ciudadanos estadounidenses comprar artículos de promoción del sistema político cubano. No obstante, se permitirá su adquisición si proviene del sector privado.
Por regla general, Estados Unidos permite donaciones de material científico, cultural y educativo destinado a apoyar al pueblo cubano. Pero ahora incluyó una excepción para dejar claro que ni el Ejecutivo ni el Partido Comunista de Cuba pueden beneficiarse de esas concesiones.
Las medidas fueron publicadas el viernes en el Registro Federal, el boletín oficial del Estado en el que se difunden leyes, normas y avisos públicos.
En Estados Unidos no hubo anuncio oficial para dar a conocer las nuevas amonestaciones. Sin embargo, el viernes el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, rechazó esas medidas y consideró que eran expresión de impotencia, degradación moral y desprecio imperial.
Desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2017, el presidente Donald Trump ha endurecido la política hacia Cuba.
Reducciones de personal diplomático, aumento del embargo comercial, restricciones a los cruceros y limites a los viajes de estadounidenses a la isla, figuran en la lista.
El recrudecimiento de las sanciones se ha dejado notar en la isla, entre otros ámbitos en el turismo, con un descenso de las visitas.
En declaraciones a Efe, John Kavulich, presidente del Consejo Comercial y Económico Estados Unidos-Cuba, describió las medidas como una nueva capa al pastel de amonestaciones de Washington contra la isla.
Y advirtió: “Cualquiera que piense que la administración Trump agotó sus opciones, es peligrosamente ignorante”.
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