A 50 años de su muerte, Estados Unidos recuerda al escritor y poeta estadounidense Jean-Louis “Jack” Kerouac, pionero de la Generación Beat junto a los escritores William Burroughs y Allen Ginsberg, y que dio lugar al movimiento hippie.
Kerouac murió el 21 de octubre de 1969, a los 47 años de edad, en Florida, a consecuencia de una hemorragia interna causada por la cirrosis que padecía por su prolongado alcoholismo.
Durante su funeral, el escritor Allen Ginsberg, leyó algunos de los poemas que Kerouac incluyó en Mexico City Blues, colección publicada en 1959 inspirada en el ritmo del jazz.
“Esto es exactamente lo que él quería. Escuchen”, dijo antes de leer Ginsberg, quien murió en 1997 a los 70 años, debido a un cáncer de hígado.
La misma funeraria que recibió el cuerpo de Kerouac en 1969 es la que este lunes organiza una exhibición especial del escritor.
Su obra más influyente fue On the Road, que recoge sus vivencias en una serie de viajes que hizo entre 1947 y 1950 a lo largo de Estados Unidos con Neal Cassady.
El libro, la segunda novela de Kerouac y que muchos consideran la biblia de la Generación Beat, está protagonizado por personajes que representan a los principales autores del movimiento: William Burroughs, Allen Ginsberg y Neal Cassady, además del propio Kerouac, que ejerce de narrador.
La carta de Cassady
Kerouac reconoció en una entrevista publicada en The Paris Review, un año antes de su muerte, que la inspiración para el estilo espontáneo de On the Road fue un hallazgo accidental.
Tras publicar su primera novela, The Town and the City (1950), con poco éxito, Kerouac tuvo problemas para dar forma a las anotaciones de sus viajes por carretera.
“Me vino la idea del estilo espontáneo de On the Road al ver lo bien que Neal Cassady me escribió cartas. Todas en primera persona, rápido, disparatado, confesional, completamente serio, todo detallado, con nombres reales en su caso”, dijo Kerouac.
Kerouac calificó las cartas de Cassady como el mejor escrito que nunca había visto, mejor que ninguno en Estados Unidos.
Esa carta de Cassady tiene su propia historia. Kerouac contó que se la prestó a Ginsberg para que la leyera. Y el “poeta maldito” se la prestó a Gerd Stern, quien perdió la misiva.
En realidad, Ginsberg envió la carta de Cassady a la editorial Golden Goose Press, donde permaneció olvidada hasta ser descubierta y subastada en 2017 tras un acuerdo entre los herederos de Kerouac y Cassady.
A 50 años de la muerte de Kerouac, las palabras pronunciadas durante su funeral por el sacerdote Morissette, de la iglesia St. Jean Baptiste de Lowell, resuenan con fuerza: “Jack Kerouac personificó algo de la búsqueda del hombre de la libertad”.
“Siempre rechazó ser encasillado por la mezquindad del mundo. Tenía lo que Ginsberg llamó la ‘exquisita honestidad’, los arrestos de expresar y vivir sus ideas. Y ahora, está de nuevo en el camino, siguiendo adelante”, añadió Morissette.
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