Por ALBAHACA MARTÍN
Llega por primera vez a mis manos un texto de Massimo Desiato y como alma curiosa que soy empiezo a indagar en sus letras, en el escritor que me va a narrar sus “yoes”. Mi sorpresa es que me encuentro con mucho más de lo que imaginé y doy gracias porque este cruce de caminos se haya producido porque no solo descubro un libro cuya narrativa es interesante, sino que además me llega dentro: yo también tuve 17 años y me enamoré… o no lo estaba, ya lo dudo. Pienso en las palabras de Desiato y saboreo esa vivisección y siento magia. Una magia que La mujer mora desprende por todos lados. El amor, las distintas situaciones por las que pasamos todos y cada uno de nosotros. El amante, el detractor, la realidad, la ficción y un examen interno de los sentimientos se mezclan durante toda la obra.
Su narrativa es dulce, impregnada de una gran sensibilidad haciendo uso de un lenguaje y una prosa cuidada, magistral. A través de La mujer mora viajaremos a Roma, Caracas, París, Londres y muchos otros lugares que sin duda dejaron marcados al escritor, nos ilustraremos con el extraordinario conocimiento del Arte que se percibe a través de las letras de Desiato y nos iremos encontrando diferentes guiños a escritores como Baudelaire, Dostoyevski, la filósofa Simone Weil. Así nos dice Desiato: “Me encantan los viajes. Y el asunto está en que sin Filosofía no se va a ninguna parte, como tampoco sin el arte y la literatura, sin las ficciones. Interpretaré la Filosofía como la ciencia de las ficciones. Sin ficciones, te quedas varado siempre en el mismo sitio”. Un manuscrito donde saboreamos la gran cultura de la que era poseedor el Profesor y donde se desprende un gran amor a Venezuela e Italia.
Quiero incidir en las referencias al estudio de la Filosofía que me llaman mucho la atención: “Convertirse en filósofo en nuestro mundo globalizado es una pura pérdida de tiempo. No consigues trabajo y además te frustras, pues tienes que estudiar muchísimo, obtener una licenciatura, una maestría, un doctorado […] para luego quedar como un imbécil frente a un mundo que no tiene nada que escuchar porque lo sabe ya todo”. Estas palabras del maestro, del filósofo, creo que son dignas de resaltar, esta crítica y otras críticas que en el libro quedan registradas reflejan el amor que el autor tenía a esta disciplina y lo poco que es considerada en estos días y por ello me tomo el lujo de remarcarlo aquí porque no puedo estar más de acuerdo y creo firmemente que tendría que tener un mayor reconocimiento.
Hay algo en toda la obra que me gusta mucho y son las referencias constantes que hay a los lectores. Me parece una genialidad porque ya no solo gozamos del pensamiento del amante, del detractor, sino que también lo hacemos del pensamiento del lector en el libro.
La mujer mora es un libro que se quedará en nosotros y nos hará revivir a nuestro propio amante a nuestro propio detractor y por otro lado nos llenará el alma al contemplar el tremendo homenaje de amor que Massimo Desiato hace a su amada, la artífice de que su pluma fluya, de esa Mora que ha guiado todo el proceso de creación.
Un canto de amor, al verdadero y definitivo amor.
*La mujer mora. Massimo Desiato. Grupo Tierra Trivium. Madrid., junio 2019.
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