Decenas de miles de rescatistas en Japón siguen buscando supervivientes este lunes, dos días después del paso del potente tifón Hagibis por el centro y el este del país, que dejó al menos 58 fallecidos.
El sábado por la noche, Hagibis tocó tierra procedente del Pacífico con rachas de casi 200 km/h, precedido por unas lluvias intensas que afectaron a 36 de los 47 departamentos del país, y provocaron corrimientos de tierras y la crecida y desbordamiento de ríos.
El balance de víctimas no ha dejado de aumentar desde el sábado. El lunes por la noche, el canal público nacional NHK informaba del fallecimiento de 58 personas, 204 heridos y de una decena de personas aún desaparecidas, en base a cifras recogidas por sus periodistas en el terreno.
El gobierno por su parte daba unas cifras inferiores, que seguía actualizando. “Aún quedan muchas personas desaparecidas”, declaró el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en una reunión de emergencia.
“Los equipos hacen cuanto pueden para buscarlas e intentar salvarlas, y trabajan día y noche”, agregó.
Nuevas precipitaciones
Mientras que más de 110.000 socorristas, incluyendo 31.000 soldados, laboraban en el terreno, los meteorólogos japoneses preveían nuevas precipitaciones en el centro y el este del país. Advertían del peligro de nuevos corrimientos de tierras e inundaciones.
“Se prevén lluvias, hoy, en las zonas golpeadas por la catástrofe”, declaró el lunes en una rueda de prensa el portavoz del gobierno, Yoshihide Suga.
En la región de Nagano, una de las más afectadas, estaba lloviendo y las precipitaciones debían intensificarse.
“Tememos que estas lluvias afecten a las búsquedas y a las labores de salvamento”, declaró a la AFP un responsable local, Hiroki Yamaguchi.
Ríos desbordados
Se desbordaron 176 ríos,en total, sobre todo en el norte y en el este de Japón, según los medios.
En Nagano, un dique cedió y las aguas del río Chikuma inundaron una zona residencial.
Los residentes, refugiados en los techos de sus casas o en el balcón, eran rescatados en helicóptero en algunos lugares. En otras, los socorristas se adentraban, en lancha, entre las viviendas inundadas para liberar a las personas que habían quedado atrapadas.
“El agua se llevó todo en mi casa, delante de mí, me preguntaba si era una pesadilla o la realidad”, declaró a la cadena NHK una habitante de Nagano. “Creo que tengo suerte de seguir con vida”, agregó.
Entre las víctimas del tifón figuran, al menos, siete miembros de la tripulación de un carguero que naufragó el sábado por la noche en la bahía de Tokio. Cuatro miembros pudieron ser rescatados, mientras que otro seguía siendo buscado, según un guardacostas.
Decenas de miles de personas fueron enviadas a refugios temporales, mientras que cerca de 75.900 hogares seguían sin electricidad el lunes por la tarde, y unos 135.000 no tenían agua potable.
Hagibis paralizó los transportes en la región de Tokio durante el sábado y el domingo, aunque la mayoría de conexiones ferroviarias y aéreas funcionaban de nuevo este lunes, feriado en el país.
La tormenta también causó la anulación de tres partidos del Mundial de rugby, organizado en el archipiélago nipón.
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