En Venezuela se violan diariamente los derechos humanos. Los abusos se evidencian en la crisis humanitaria que se vive dentro del país y en la diáspora de millones de venezolanos que huyen de la terrible situación nacional.
Actualmente, la nación está postulada para ser miembro del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, cuya votación está prevista para este jueves 17.
Sin embargo, varios Estados y organismos internacionales han rechazado la candidatura. Consideran que el régimen de Nicolás Maduro no puede llegar a una instancia de tal envergadura siendo el causante de la crisis venezolana.
La oposición a que Venezuela ocupe un puesto que legalmente le correspondería como Estado, se debe a que enfrenta denuncias por violación de derechos humanos en muchas instancias internacionales.
Carlos Luna, internacionalista, manifestó a El Nacional que está de acuerdo con la decisión de la comunidad internacional de no permitir el ingreso de Venezuela en ese consejo.
“Estoy totalmente de acuerdo con esa posición. Sobre todo si se considera que el régimen de Nicolás Maduro es un régimen forajido, que hace sistemáticamente todo para convertir a Venezuela en un Estado fallido. Ahora no solo genera una emergencia humanitaria compleja, también se le acusa de violar la resolución 1.373 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por hacer promoción al terrorismo”, dijo.
«Flaco favor»
Luna considera que un Estado fallido que se encargue de resguardar y proteger los derechos fundamentales mundiales es “un flaco favor para el sistema global, el sistema de Naciones Unidas y el sistema de derechos humanos”.
Agregó que más de 56 países aseguran que el régimen de Nicolás Maduro falló en su responsabilidad de proteger los derechos de los venezolanos.
El internacionalista Eloy Blanco señaló que la negativa de jefes y ex jefes de Estado en el mundo se debe a que a pesar de que el régimen dice que Venezuela es “un país democrático y evoca a la Constitución a cada rato, la cotidianidad muestra que no es así”.
“Asesinatos, torturas, presiones, juicios amañados, violación sistemática de los derechos humanos, haber provocado una diáspora de casi 5 millones de venezolanos. Todo eso forma parte de una dinámica de violación de los derechos fundamentales y el mundo los está observando», explicó Blanco.
Diplomacia
Oscar Valles, jefe del Departamento de Estudios Políticos de la Universidad Metropolitana, considera que por la situación que enfrenta el país no sería indicado que fome parte del consejo. “Estaríamos ante una transgresión de las reglas diplomáticas”, dijo.
“No es de ninguna manera diplomáticamente esperado. Mucho menos plausible ni admisible que un Estado cuestionado en materias tan importantes en derechos humanos, forme parte de comisiones donde se discute precisamente el estatus que tienen los Estados en el tema”.
Dijo que para elegir los puestos en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU se emplea la diplomacia multilateral a través de votaciones silenciosas.
Blanco señaló que de resultar electa Venezuela, “sería lodo, un manto oscuro el que caería sobre la ONU”. Sin embargo, ve muy difícil que el régimen venezolano resulte escogido.
“Juez y parte”
El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas es un organismo intergubernamental integrado por 47 Estados responsables de promover y proteger todos los derechos fundamentales en el mundo.
Para Valles, de ocurrir que la delegación de Venezuela ingrese en la instancia, “el régimen de Maduro se convertiría de alguna forma en algo así como en juez y parte de su propia causa, sobre todo porque la alta comisionada de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, ha denunciado reiteradamente las constantes violaciones de los derechos humanos en los que ha incurrido”.
“Yo estoy totalmente en desacuerdo con la posibilidad de que el régimen de Maduro se siente en el Consejo de Derechos Humanos como directivo”, expresó Luna.
Desde su punto de vista, el régimen buscará aliados para hacer una fuerza común, para poder bloquear cualquier iniciativa o acción de denuncia en el sistema global de derechos humanos.
“Tratará de maquillar la realidad para, de esa forma, no reconocer que existe un problema de derechos humanos en el país”, dijo.
La importante participación de Guaidó
Los internacionalistas consideran que Juan Guaidó, presidente encargado de la República, tiene una participación importante en la decisión.
El grupo de contacto integrado por María Alejandra Aristiguieta, representante diplomática del gobierno interino de Guaidó en Ginebra, y el Grupo de Lima y otros países europeos, ejercen una presión determinante para impedir el respaldo a la candidatura del régimen.
Asimismo, tratan de apoyar una candidatura que le dé contrapeso o que excluya al régimen y evite que ingrese al Consejo.
SIP hace llamado a impedir la llegada del régimen a la ONU
La Sociedad Interamericana de Prensa pidió la semana pasada a la comunidad internacional que impida que el régimen venezolano llegue al Consejo de la ONU.
La SIP señaló que el régimen de Maduro “desconoce abiertamente el ejercicio de los derechos humanos en el país”.
Organizaciones como Human Rights Watch y el Grupo de Lima también rechazaron la postulación y pidieron al consejo declinar la petición.
José Manuel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, incluso solicitó a los países del Grupo de Lima que postularan a otra nación como una forma de impedir la presencia de Venezuela en el Consejo de Derechos Humanos.
En consecuencia, el Grupo de Lima postuló a Costa Rica como una estrategia para evitar que el régimen llegue a la instancia.
Carlos Alvarado, presidente de Costa Rica, dijo hace poco que el régimen venezolano no es un candidato adecuado para ocupar un escaño en este consejo.
Para Alvarado, las violaciones de derechos humanos cometidas por el régimen impiden que pueda formar parte del organismo.
El país centroamericano reconoce la legitimidad de Juan Guaidó como presidente encargado de la República.
Luna considera: «Costa Rica tiene legitimidad y gran credibilidad en la defensa y respeto de los derechos humanos. Por lo que, a mi parecer, se pondría de parte de los venezolanos”.
Se trata de una nación que “tiene una tradición pacífica y respetuosa de los derechos fundamentales”, precisó Luna. En este país se encuentra la Universidad para la Paz de la ONU y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Agregó que la presencia de Costa Rica en el Consejo “reforzaría mucho más los dos informes presentados por Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU”.
Los especialistas coinciden en que el consejo en esta materia de las Naciones Unidas debe estar constituido por países autónomos, con buen criterio, experiencia y respeto por los derechos fundamentales.
Informe de Bachelet
Luna añadió que desde su perspectiva, Costa Rica “le daría seguimiento y profundidad a todo lo que tiene que ver con la comisión que tanto se aspira que venga a Venezuela para que esclarezca, de modo legítimo, imparcial y profesional, lo que tiene que ver con la violación de los derechos humanos”.
Blanco señaló que “eso tendría un efecto significativo. Le daría más fuerza a la posibilidad de encontrar una salida negociada para tratar los temas del país, que son cada vez más graves”.
Manifestó: “De seguir el régimen de Nicolás Maduro con la errante violación de los derechos humanos y con presos políticos, estoy convencido de que tampoco prosperará como un gobierno que cumpla con el compromiso, los acuerdos y las exigencias” establecidos en el informe de Bachelet, elaborado luego de su visita a Venezuela.
@jmmu93
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