Países de la Unión Europea como España, Francia, Holanda o Finlandia respaldaron este lunes un embargo de armas a Turquía.
Ello, después de que el gobierno de Recep Tayyip Erdoğan tomara la decisión de atacar a milicias kurdas en el noreste de Siria. Al mismo tiempo, esas naciones pidieron firmeza ante Ankara y que ponga fin a la ofensiva.
“Francia espera de esta reunión primero una condena de la ofensiva turca, una demanda expresa de detenerla, singularmente una posición firme sobre las exportaciones de armas a Turquía”, indicó Jean-Yves Le Drian, ministro francés de Exteriores, ante la prensa a su llegada a un Consejo de Exteriores de la UE, en el que se trata este asunto.
Le Drian pidió además que Estados Unidos convoque una reunión de la coalición internacional contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) que encabeza desde 2014.
“La ofensiva turca corre el riesgo de hacer reaparecer el EI”, indicó el ministro, en referencia a los yihadistas que retenían los kurdos en el territorio atacado por Turquía y que han quedado en libertad.
El responsable francés reconoció que la situación es “particularmente grave porque las fuerzas democráticas sirias han sido nuestras aliadas desde el principio en la lucha contra el EI”.
Alertó a su vez que de el ataque “va a implicar un verdadero siniestro humanitario” y de que “ya hay 130.000 desplazados y refugiados que se encuentran en la angustia”.
Una postura firme
Josep Borrell, ministro español de Exteriores en funciones, indicó igualmente que España apoya un embargo de armas.
Confió en una postura firme de la UE ante Turquía. Aunque fue cauto al hablar de unas posibles sanciones comunitarias a Ankara o de que pueda haber unanimidad sobre el embargo de armas.
“Los acuerdos unánimes son difíciles de conseguir, pero eso no es una materia de la Unión Europea. Los acuerdos son de cada país en particular”, aclaró.
El titular luxemburgués, Jean Asselborn, lamentó que combatientes extranjeros hayan escapado “con lo que eso implica para la reconstitución del EI en la región y en Europa”.
“Europa, sin hablar de sanciones, debe decir que esto debe parar”, consideró.
El ministro finlandés, Pekka Haavisto, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE, pidió un “lenguaje y mensaje fuerte” de condena a la operación militar turca en Siria.
Al igual que países como Alemania o Suecia, defendió un embargo de armas.
Por su parte, el ministro belga, Didier Reynders, consideró como “primera prioridad” el poner fin a la operación en marcha y que haya “presión de la comunidad internacional” para pararla.
Vio posible “avanzar con un embargo de las armas”, medida que Alemania y Suecia también han decidido que van a aplicar.
El titular holandés, Stef Blok, condenó la invasión por parte de Turquía. Confió en que sus socios europeos “acuerden señales claras» ante Turquía, además de defender la paralización de la venta de armas a ese país.
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