El venezolano vive en una especie de reino de la incertidumbre y la inseguridad, que lo ha llevado a perder las certezas que antes tenía, señaló el sociólogo Ender Arenas, profesor de la Universidad del Zulia.
“Se han perdido las referencias que antes lo interpelaban”, indicó.
Dijo que mucha de la culpa es de los actores políticos que han jugado a la inmovilización durante bastante tiempo. “La falta de un proyecto de unidad y de uno para gobernar ha tenido sus consecuencias. Hasta ahora han sido más contradicciones que certezas lo que se le ha brindado a la gente”, refirió.
“Quizás sea inexacto hablar de la pasividad del venezolano, porque la emergencia del fenómeno Juan Guaidó y la movilización que ha originado demuestra que el ciudadano puede activarse si quien lo interpela aglutina su confianza”, subrayó.
Advirtió que debe protegerse toda esa ebullición que ha originado el presidente encargado: “Después de Guaidó, en caso de que este fracase, vamos a vivir un largo período de oscuridad, no solo porque la luz se nos va por 20 horas al día, sino porque vamos a perder la referencia más importante que hemos tenido en los últimos años».
Sorpresa ante el caos
La psicóloga social Yorelis Acosta, investigadora de la Universidad Central de Venezuela, manifestó que el venezolano está agotado por los años de sufrimiento y por el deterioro de la cotidianidad, lo que condiciona su forma de afrontar la realidad. “Hay preocupación por resolver lo más básico: agua, comida, dinero en efectivo y ahora luz”, señaló.
Explicó que los ciudadanos han sido afectados de manera diferente por los apagones y la precariedad de los servicios públicos. “La sorpresa es que llegó el caos a Caracas y aunque era algo que estaba anunciado, los planes de contingencia que teníamos preparados se quedaron cortos”, afirmó.
Destacó que es importante mantener la calma ante la crisis porque es la única manera de reconocer los recursos internos, soportar la incertidumbre y pensar en nuevas formas de contención y resolución.
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