El papa Francisco no dejó besar su anillo retirando incluso bruscamente la mano a los fieles el pasado 25 de marzo durante su viaje a Loreto (Italia) «por higiene», para evitar que la difusión de gérmenes cuando el grupo de personas que tiene que saludar es muy numeroso.
Así lo explicó este jueves el portavoz vaticano, Alessandro Gisotti, poniendo fin al misterio sobre el motivo por el que papa retiraba su mano cuando saludaba a los fieles en el santuario de Loreto, cómo se observó en un vídeo que se convirtió en viral.
Gisotti aprovechó hoy cuando vio a Francisco para comentarle la curiosidad que había suscitado este gesto y el papa le explicó que cuando hay un grupo de gente muy numeroso al que tiene que saludar en un mismo lugar prefiere por precaución que no besen el anillo papal para evitar la difusión de gérmenes.
Francisco subrayó que a él le gusta abrazar y ser abrazado por la gente, pero que también teme que se puedan enfermar.
El portavoz vaticano hizo notar que en muchas ocasiones los fieles han besado el anillo del papa, como hizo ayer la monja María Concetta Esu, de 85 años, misionera en África desde hace casi 60 años, cuando el papa la presentó a los fieles en la audiencia.
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