Una niña de 12 años de edad fue detenida en el puerto de la ciudad china de Shenzhen, cuando transportaba en la mochila muestras de sangre de mujeres embarazadas. La menor se dirigía a la ciudad de Hong Kong donde presuntamente se les iba a realizar pruebas para saber el sexo del bebé.
El diario independiente South China Morning Post publica la historia de esta menor que transportaba un total de 1,4 litros de sangre distribuidos en 142 tubos, muestras que venían acompañadas de documentación para solicitar pruebas de ADN y determinar el sexos de los fetos, una práctica que es ilegal en la China continental.
Los funcionarios de aduanas en el puerto explicaron que comenzaron a sospechar cuando vieron a la niña cargando una bolsa muy pesada. “La bolsa estaba muy llena, como si fuera a estallar. Así que la llevamos aparte y le pedimos que la pasara por la máquina de rayos X”, explicó un oficial.
Los documentos encontrados contenían el nombre, el número del documento de identidad, la fecha de nacimiento y la información sobre la etapa de embarazo de la gestante.
Las pruebas para determinar el género de un feto son ilegales en China continental desde 2003, a menos que un médico las apruebe por motivos de salud.
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