Iba a llamarse Everest, pero la última obra cumbre de los Beatles terminó llevando el nombre de los estudios donde grabaron sus discos: Abbey Road. Hace medio siglo la banda se despidió cruzando un paso peatonal y el mundo lo recuerda con una nueva edición del mítico álbum.
Cuando Abbey Road se publicó el 26 de septiembre de 1969 nadie dijo que aquel iba a ser el último disco de los Beatles. Pero ellos lo grabaron como si nunca más fueran a trabajar juntos. Incluso colocaron un tema llamado “The End” como cierre del álbum.
Luego de las tensiones vividas durante su proyecto Let it Be, en 1970, los Beatles recuperaron la magia en las sesiones de Abbey Road. Época que marcó el regreso de George Martin como productor.
Su hijo Giles Martin es el encargado de remezclar el álbum para las nuevas ediciones conmemorativas que se venderán este viernes en todos los formatos y que cuentan con material extra procedente de las sesiones de grabación del disco.
Giles se ocupó de las nuevas versiones del Sgt. Pepper y del Album Blanco, publicadas en 2017 y 2018 respectivamente. Ahora el reto era mayor. Abbey Road, a diferencia de los otros discos, se publicó originalmente en estéreo y su sonido es impecable.
¿Necesitaba el mundo otra versión del disco? El auge actual del vinilo, la fidelidad de los fanáticos de los Beatles y la eterna fascinación del público por el grupo hace pensar en un gran negocio.
Su icónica portada lo mantiene como una de las imágenes más reconocibles del grupo y una de las más recreadas en la historia del arte moderno.
Los Beatles eligieron aquel escenario después de desechar la idea de viajar a Nepal para fotografiarse junto al pico más alto del mundo. En algún momento pensaron llamar al disco Everest, porque esa era la marca de cigarrillos que fumaba Geoff Emerick. Fue uno de sus más estrechos colaboradores en los estudios de Abbey Road.
El último disco de los Beatles fue novedoso también en la elección de su single. Por primera vez, el honor de ocupar la cara uno correspondió a George Harrison. Lo hizo con “Something”, a la que Frank Sinatra definió como uno de los mejores temas de las últimas décadas.
Harrison emergió como un compositor de primer nivel en Abbey Road, donde firmaba además otra de las canciones más recordadas del disco, “Here Comes the Sun”. Ese tema abría la famosa cara B del álbum, compuesta en su mayoría por una suite culminada por un solo de batería de Ringo y un duelo de guitarras entre John, Paul y George. Y luego llegaba “The End”.
Ese célebre “medley” de Abbey Road fue idea de McCartney; a Lennon lo convencieron dejándole abrir y cerrar la primera cara del disco con dos temas que reflejaban su lado más rockero: “Come Together” y “I Want You (She’s so Heavy)”.
Los Beatles escribieron su epitafio en Abbey Road, pero hace medio siglo el mundo no lo sabía y ni siquiera los Fab Four estaban convencidos de ello. Hoy resulta difícil imaginar un final mejor.
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