El venezolano Harold Castro se ha convertido en el jugador más polifacético de los Tigres de Detroit. Además, su madero no para de sacudir batazos en este último mes de temporada.
Castro desde que llegó a las Grandes Ligas no ha tenido una posición fija, siempre está jugando en distintos lugares pero su buena defensiva lo hace relucir.
En esta temporada ha jugado en la primera base, en la segunda almohadilla, en la esquina caliente, en el campo corto, en el jardín izquierdo, en la pradera central y el jardín derecho. Solamente le falta ser receptor y lanzar un juego.
El criollo ha mostrado que tiene como desplazarse en el outfield desde que jugó con los Leones del Caracas en la temporada 2018-19. Cuando por motivos de necesidad de la novena capitalina tuvo que ser el center field de la escuadra por varios encuentros.
Desde ese momento los Tigres vieron el potencial que tiene el zurdo al momento de defender una posición.
Un bate endemoniado
El caraqueño es uno de los bates más consistentes de la escuadra bengalí, su promedio de .305 y su puesto en la alineación lo confirman.
En los últimos siete encuentros el utility exhibe average de .552 con 1 cuadrangular, 4 carreras impulsadas, 5 anotadas y 16 imparables en 29 turnos consumidos.
La dupla que hace con su compatriota Víctor Reyes muestra que el futuro de los felinos se encuentra en manos de estos dos venezolanos.
Ambos siniestros son muy buenos a la defensiva y su ofensiva es importante para el momento de remolcar o fabricar carreras.
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