Un nuevo software está marcando la pauta en cuanto a investigación forense. El Sistema Único de Comparación Balística (Sucoba) fue diseñado por un grupo de ingenieros de la Fiscalía colombiana en el año 2010. Pero no entró en operación sino hasta marzo del 2018 en manos de la Policía Judicial de ese país.
Fabio López Cruz, director de la Policía Judicial (Dijín), explico a El Tiempo que al igual que los grandes sistemas de cotejo balístico a nivel mundial, este software está en la capacidad de «montar una base de datos que permite capturar, procesar, correlacionar y almacenar a través de imágenes la huella balística de los proyectiles».
Así también de los casquillos disparados y percutidos por las armas recolectados en el lugar de los hechos, «en los procedimientos de necropsia o incautados».
López Cruz señaló que el uso de este sistema se ha convertido en una herramienta trascendental. Debido a que sirve para aclarar, ligar crímenes y judicializar a los responsables de los homicidios.
Su uso actualmente focalizado
Por su utilidad, esta herramienta tecnológica está siendo utilizada de forma prioritaria para analizar balísticamente los homicidios registrados entre 2016 y 2019 de líderes sociales. Así como de ex combatientes de las FARC, para tratar de trazar una línea que permita identificar a los autores materiales de una manera rápida y contundente.
De esta manera, se consigue que los fiscales cuenten con los elementos probatorios y forenses que no dejen espacio a la duda razonable sobre la culpabilidad de los acusados.
Desde marzo del año pasado, el sistema ha recibido la información de 5.322 armas de fuego, 6.544 casquillos y 1.284 proyectiles. Después de analizar y cruzar los registros se ha logrado la identificación plena de 216 armas vinculadas a uno o varios asesinatos.
Lograr la identificación plena de un arma, su huella digital, abre un mundo de oportunidades para avanzar en una investigación por homicidio.
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