Un juez ordenó demoler el hotel Sheraton que se construía en el centro histórico de Cusco, antigua capital del imperio inca, en Perú.
El litigio por las irregularidades en la obra duró cuatro años.
La construcción destruyó restos arqueológicos y rompió el perfil de la urbe declarada patrimonio de la humanidad.
El fallo difundido este sábado también contempla la reposición de cinco filas de andenes de la época inca que fueron sacados del lugar de la construcción.
El edificio consta de siete plantas cuando lo máximo permitido para la zona es de dos pisos.
En 2014 la inmobiliaria R & G tramitó de manera irregular unos permisos para ampliar el proyecto.
Por ello, el Ministerio de Cultura sancionó el año pasado a la inmobiliaria con una multa de 2,26 millones de dólares.
De esa cantidad, 1,26 millones de dólares corresponden al daño provocado al patrimonio arqueológico nacional por la afectación a los andenes incas.
Además, 1.000.000 de dólares por haber sobrepasado la altura permitida para las construcciones en esa zona.
El comité peruano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios advirtió en 2018 que Cusco podía perder su calificación de patrimonio de la humanidad si no se demolían las cinco plantas que excedían el límite permitido.
Para el Icomos, el hotel Sheraton violó todos los principios jurídicos y técnicos sobre intervenciones en un centro histórico tan valioso.
El casco antiguo de Cusco, ubicado en el sur de los Andes peruano, fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1983.
La decisión la tomó por el magistrado dirimente Wilber Bustamante, de la Corte Superior de Justicia de Cusco. La ejecución de la sentencia estará a cargo de la Dirección Desconcentrada de Cultura.
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