Este jueves falleció el pintor mexicano Francisco Toledo a los 79 años, uno de los artistas de México cuya obra colocó a su estado natal Oaxaca en el centro de la cultura nacional.
«El arte está de luto. Falleció el maestro Francisco Toledo, oaxaqueño, gran pintor y extraordinario promotor cultural, auténtico defensor de la naturaleza, las costumbres y las tradiciones de nuestro pueblo. Descanse en Paz», declaró el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
La obra del pintor mexicano Francisco Toledo está arraigada en Oaxaca, un estado de raíces prehispánicas que están presentes en toda su obra al igual que su fuerte preocupación por su cultura.
Por ello, fundó varias instituciones en su estado como el Patronato Pro Defensa y Conservación del Patrimonio Natural y Cultural del Estado de Oaxaca (Pro-Oax) y el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO).
Toledo nació en Juchitán, Oaxaca el 17 de julio de 1940 y se le reconoce como un artista polifacético por sus trabajos en acuarela, óleos, gouché y fresco. Además incursionó en la litografía, la cerámica, la escultura, en piedra, madera y cera.
Durante su juventud llegó a la Ciudad de México para estudiar el taller de grabado en la Escuela de Diseños y Artesanías. Ya con 19 años de edad, expuso sus obras en México y en Fort Worth, Texas.
Su vida de becario en París le permitió exponer su obra en una galería de la capital francesa. Expuso su arte también en Tolosa, Londres, Francia y Nueva York.
En París conoció al poeta mexicano Octavio Paz y al pintor mexicano Rufino Tamayo. Entre los reconocimientos que recibió destacan el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1998, el Premio Príncipe Claus en 2000 y el Premio Right Livelihood en 2005.
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