Ni que le ruegue a Dios y a todos los santos tendrá electricidad, por lo menos no en el Zulia. Dependemos del Guri en 95% porque, aunque en teoría tenemos un parque termoeléctrico instalado que prácticamente nos permitiría autoabastecernos, su generación no llega ni a los 100 megavatios al día en Maracaibo. Es decir, técnicamente estamos en cero.
El futuro del Zulia es negro. La oscurana nos acompañará de aquí en adelante. ¿Hasta cuándo? Nadie lo sabe. José Aguilar, consultor internacional en energía eléctrica, ha alertado sobre el inminente colapso del sistema eléctrico en reiteradas ocasiones. En un artículo que publiqué el 14 de marzo de 2018 el especialista zuliano señalaba que «ante la muy disminuida operatividad que tienen las termoeléctricas, la decisión gubernamental es forzar el Guri, que si bien tiene capacidad suficiente de generación hidroeléctrica, esta no debe sobrepasar lo que las líneas de transmisión puedan soportar. Hacerlo, como de hecho viene ocurriendo, provoca una fuerte sobrecarga en la transmisión y distribución que termina en explosiones y grandes y constantes apagones».
Un año después del alerta, el día llegó. Los apagones generales se han convertido en la normalidad, siendo el Zulia el estado que lleva la peor parte. Es al primero que se le va la electricidad y el último en reestablecerse. Está en la cola del sistema y su dependencia con el Guri alcanza 95%. «En el mejor de los días, en el Zulia pueden generarse 100 megavatios de los 3.050 instalados».
Para 2018 Aguilar alertaba que el parque termoeléctrico instalado de la región no funcionaba adecuadamente; por tanto, se proyectaba una tendencia adversa que, de no corregirse, derivaría en el caos que hoy estamos padeciendo. «Por la vía termoeléctrica, la Costa Occidental de Maracaibo tiene 2.430 megavatios instalados que en caso de funcionar correctamente podrían cubrir la demanda sin problemas con una mínima dependencia del Guri. Pero la realidad da cuenta de que Termozulia
funciona a 30% de su capacidad; la Ramón Laguna está inoperativa y las plantas de Bajo Grande y Rafael Urdaneta funcionan a menos de media máquina».
Estamos en emergencia nacional y por falta de plata no ha sido. Recuerda el consultor internacional que durante los últimos 20 años se han destinado al Zulia 9.000 millones de dólares sin que se le haya visto el queso a la tostada. «Con esos 9.000 millones de dólares se aumentó la capacidad termoeléctrica instalada de 1.100 a 3.050 megavatios, pero dejaron inconclusas muchas obras dimensionadas en 2.500 megavatios. Este gobierno ha sido un monumental fracaso en materia eléctrica. De los 3.050 megavatios no llegamos a los 100 megavatios, lo que equivale a la generación que tenía Maracaibo en el año 1965. La dependencia al Guri no debería superar 40% pero hoy es de 95%».
Pero no solo la corrupción y la falta de mantenimiento ocasionaron el colapso eléctrico en la región. Otro aspecto importante que resalta José Aguilar es la no consolidación de los gasoductos para aportarle al Zulia las importantes cantidades de gas natural que se requerían para las plantas de Bachaquero, en la Costa Oriental del Lago, el complejo Termozulia y las plantas Ramón Laguna y Rafael Urdaneta.
En conclusión, en el Zulia estamos fregaos. Ni que baje Papá Dios nos salvaremos de los apagones constantes. Esto se cuenta y no se cree. Solo quien lo padece a diario sabe lo que se sufre. El Zulia se ha vuelto un estado invivible y hostil, y lo peor, sin buenos augurios de mejoría ni en el corto ni el mediano plazo.
Quien le diga que tiene la situación bajo control, sin duda, se está burlando de usted abiertamente en su cara.
@gladyssocorro
gsocorro.wordpress.com
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