La película Dumbo de Tim Burton ha sido uno de los estrenos más esperados de la temporada y, finalmente, ya está en la cartelera.
Tal como en la cinta original, Dumbo debe protagonizar un acto de vuelo, pero en esta versión lo hace con Colette Marchant, una artista francesa, trapecista consumada y a quien llaman Reina de los Cielos. Además, la estrella es novia de V. A. Vandevere, el dueño de Sueñolandia, el parque de atracciones donde el elefante de grandes orejas hace su actuación.
Eva Green, la actriz elegida para interpretar a Colette, describe a su personaje como una mujer misteriosa, arrogante y altiva. “Pero debajo de este exterior frío, demuestra que puede ser una persona muy valiente y amable”, agrega. Respecto a la producción, Green dice que “está llena de magia, repleta de poesía y es muy rica, conmovedora, graciosa y espectacular. ¡Es una película de Tim Burton!”, exclama. Sin embargo, para ella fue todo un desafío, e implicó vencer sus miedos y mucha preparación física, tal como revela a continuación.
—¿Cómo te preparaste para el papel de Colette?
—Tuve que entrenar durante cuatro o cinco meses para tener un poco de músculo porque, para ser artista aéreo, debes ser muy fuerte. Debes tener los brazos muy fuertes y también necesitas abdominales duros. Es como bailar en el aire. Intentas encontrar la postura correcta y los gestos correctos. Tuve los profesores más geniales: verdadera gente de circo. Eso realmente me ayudó a tener la mentalidad de circo. ¡Ahora soy artista aérea de verdad!
—¿Fue difícil entrenar como artista aérea?
—Tenía terror absoluto a las alturas. Era una verdadera fobia, y le dije a Tim al principio: ‘No sé si podré hacer mis acrobacias’. Pero entrené con Katharine Arnold, que es una artista aérea sorprendente, y Fran Jaynes, que es coreógrafo, y realmente me ayudaron a ganar confianza y a encontrar la parte física del personaje. Es increíble balancearse tan alto, dar vueltas y hacer una coreografía extraña. Fue un verdadero desafío, y estoy muy orgullosa de mí misma por eso.
—¿Es tan difícil como se ve?
—El desafío es hacer que parezca fácil, que parezca que es maravilloso estar allí arriba. Pero realmente te sientes como la reina del mundo, de alguna forma. Te sientes como un pájaro. Hay algo muy liberador cuando estás allí arriba. Es sorprendente.
—De todo el entrenamiento que hiciste, ¿qué fue lo que más te gustó?
—Mi parte preferida fue trabajar en el aire. Cualquier cosa en el aire se vuelve mágica y elegante. Debo decir que, en este trabajo, todo el entrenamiento es muy gratificante. Es un papel muy físico y causa mucha alegría. Nunca antes me había gustado tanto el circo, pero ahora soy adicta. Creo que seguiré el entrenamiento como artista aérea en Londres. También es un ejercicio excelente.
—¿Cómo te sentiste al trabajar con verdaderos artistas de circo?
—Todos los día entrenaba en la carpa grande y podía ver a los contorsionistas precalentando, a payasos, al lanzador de cuchillos… Así que sentí que era parte del circo. Trabajan muy duro, me impresionan muchísimo. Sentí que volvía a la era dorada de Hollywood: había cientos de extras, payasos por todos lados, bailarines, caballos. Fue increíble.
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