La conmoción en Estados Unidos por la matanza de California no impidió a Nueva York entrar en los fastos navideños con el tradicional encendido de las luces de un enorme abeto instalado en la plaza del Centro Rockefeller.Un total de 45.000 luces LED quedaron encendidas en el árbol de 24 metros de altura que fue instalado en uno de los lugares de Nueva York más visitados por los turistas, con la presencia de centenares de personas.El árbol había sido talado en el norte del estado de Nueva York y recorrió centenares de kilómetros hasta la plaza del Centro Rockefeller, donde quedó instalado el pasado 6 de noviembre, a la espera de que se encendieran sus luces.Se trata de un abeto noruego con 80 años de vida que fue traído desde la ciudad de Gardiner, con un peso de unas diez toneladas, y al que habían colocado un juego de luces rojas, blancas y verdes, unidas por un cable de 8 kilómetros de largo.El árbol estará iluminado todos los días, hasta el 7 de enero, desde las 5:30 pm hasta las 11:30 pm, a excepción del último día del año, cuando las 45.000 luces estarán prendidas todo el día.La copa del árbol, como viene sucediendo desde 2004, quedó coronada por una luminosa estrella diseñada por la firma Swarovski, con 25.000 cristales y un diámetro de tres metros.El acto se desarrolló en medio de especiales medidas de seguridad, que han sido reforzadas en Nueva York desde los atentados de París, y tuvo lugar horas después de que 14 personas fueron asesinadas en un centro comunitario de San Bernardino (California).Las medidas de seguridad incluyeron la prohibición de portar paraguas, aunque la lluvia que ha estado castigando a Nueva York durante el día no era tan intensa para el momento en el que se celebró el encendido del emblemático árbol de Navidad.Las luces quedaron encendidas al final de una serie de intervenciones musicales con figuras de relevancia, y después de una cuenta atrás. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, estaba entre las personas invitadas para apretar el botón.La celebración musical, con temas navideños, estuvo a cargo de, entre otros, el británico Sting, el estadounidense James Taylor, el italiano Andrea Bocelli y el canadiense Michael Bublé.Pero tampoco faltó un grupo de Rockettes del espectáculo del Radio City Music Hall, muy próximo al Centro Rockefeller.Durante la presentación de algunos de estos números musicales hubo breves menciones de pesar por la matanza de San Bernardino, al igual que al comienzo de espectáculo. No hubo discursos oficiales en el acto, que fue transmitido en directo por la cadena NBC.Esta celebración supone el pistoletazo de salida a las fiestas navideñas, que se viven intensamente en la ciudad. Serán coronadas con las campanadas finales del año en Times Square, a las que asisten centenares de miles de personas.El árbol del Centro Rockefeller forma parte de una tradición de más de siete décadas que se cumple puntualmente para estas fechas con una o varias coníferas traídas de distintos puntos de Estados Unidos, en camión, barco o avión.En algunas ocasiones han sido dos los pinos colocados, pero en 1942 fueron tres, adornados con bolas rojas, blancas y azules, para dar apoyo a las tropas que combatían en la II Guerra Mundial.Los árboles de ese año y los que se colocaron en las Navidades sucesivas, hasta el final de la guerra, no fueron adornados con luces, a causa de las regulaciones que regían por el conflicto armado.Los mismos colores patrióticos del árbol de 1942 fueron los que se utilizaron para adornar el pino de las Navidades de 2001, las primeras después de los atentados del 11 de septiembre.
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