El principal sospechoso del atentado con un camión que dejó cuatro muertos en Estocolmo el viernes, un uzbeko con simpatías por los yihadistas, reconoció el martes, según su abogado, haber cometido un acto terrorista.
Rajmat Akilov, un obrero de 39 años que vivía en situación irregular, es sospechoso de haber embestido el viernes por la tarde, al volante de un camión robado, contra una multitud en una calle peatonal del centro de Estocolmo, matando a cuatro personas e hiriendo a otras quince.
Dos suecos, un británico y una belga murieron en el atentado, el tercero en suelo europeo en dos semanas, tras los ocurridos en Londres (cinco fallecidos) y San Petersburgo (trece muertos).
Ocho heridos seguían hospitalizados el martes en Estocolmo, dos de ellos, en estado crítico. Akilov, quien fue detenido unas horas después de la tragedia, compareció este martes ante un juez encargado de fijar su detención hasta que se celebre un juicio.
El sospechoso «reconoce haber cometido un acto terrorista y acepta su detención», declaró Johan Eriksson, su abogado de oficio, en presencia de su cliente, esposado, que no hizo declaraciones.
El hombre entró escoltado en una sala del sótano del tribunal de Estocolmo, vigilado por numerosos policías fuertemente armados y cuyos accesos fueron cerrados a la circulación, unas medidas de seguridad sin precedentes en la capital sueca.
El detenido se tapaba la cara con un suéter verde hasta que la juez Malou Lindblom le pidió que dejara de hacerlo.
De cabello cano y semblante serio, el sospechoso habla mal sueco, por lo que necesitó de la asistencia de un intérprete rusohablante. La comparecencia se produjo a puerta cerrada a petición de la fiscalía, por lo que se invitó a los periodistas a abandonar la sala.
El sospechoso será encarcelado a la espera de juicio. Podría enfrentar la cadena perpetua. La investigación podría tomar «un año», avisó el director adjunto de la policía nacional, Mats Löfving.
Akilov solicitó un permiso en situación de residencia en 2014 pero este le fue denegado en junio de 2016.
Desde entonces vivía en situación irregular. Padre de cuatro hijos, vivía solo en Suecia, mientras que su familia se quedó en Uzbekistán, según la prensa local. Trabajaba en empresas de construcción.
‘Orden’ del Estado Islámico
Los investigadores no han dado cuenta de las afiliaciones ideológicas del detenido, aunque sí indicaron que mostraba «interés por los grupos extremistas, incluido el Estado Islámico».
Según los diarios Aftonbladet y Expressen, que citaron fuentes próximas al caso, Akilov afirmó durante su detención que actuó siguiendo una «orden» directa del grupo Estado Islámico para vengar «el bombardeo de Siria».
El atentado todavía no ha sido reivindicado. Akilov pidió que sustituyeran a su abogado por otro que fuera «musulmán sunita» pero la justicia rechazó la solicitud a falta razones válidas, según documentos judiciales.
Otro sospechoso, también uzbeko según la prensa, está detenido. La policía trata de averiguar si ayudó a Rajmat Akilov.
Tras una «manifestación del amor» que reunió el domingo hasta 50.000 personas, Suecia guardó el lunes un minuto de silencio por las víctimas y celebró un solemne homenaje en el Ayuntamiento de Estocolmo.
El ministro de Justicia, Morgan Johansson, dijo el lunes que estudiará un refuerzo del sistema judicial antiterrorista.
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