La fe movió gente en contra del gobierno. La expresión bíblica cambió cuando los ciudadanos que partieron de 21 puntos de Caracas entraron al municipio Libertador, vedado hasta ayer para la oposición, luego de que sortearon la “operación retardatriz” y los obstáculos colocados inicialmente por los cuerpos de seguridad.
En la madrugada del 22 de abril, el ministro de la Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, recorrió Caracas y dio aliento a militares en El Valle y Candelaria, lugares donde han crecido las protestas. A las 5:00 am estaban instaladas las ballenas en todos los accesos a El Paraíso. A las 10:00 am la GNB cerró la autopista Francisco Fajardo a la altura de El Recreo. El dispositivo incluso fue reforzado por los comandos rurales de la guardia traídos del interior del país, un total de 5.000 funcionarios, en vista del cansancio de quienes han reprimido las manifestaciones en Caracas, afirmaron fuentes castrenses.
A pesar de la intimidación causada por los verdes, la oposición no solo caminó en el otrora “bastión revolucionario”, también lloró de la rabia y de la emoción, protestó y rezó por los caídos en los últimos 20 años, en especial por los fallecidos en 2014 y ahora durante el 19 y 20 de abril; oró por el fin de la dictadura, la unión de los venezolanos y la libertad de los presos políticos.
La avenida Teherán fue un santuario. Allí se guardó un minuto de silencio por quienes murieron en las protestas. La Conferencia Episcopal Venezolana fue el emblema. “No descansaremos hasta que hayamos restituido el orden constitucional y el Estado de Derecho. Oremos a Dios para que no se desvanezca la lucha y podamos restituir la libertad, la democracia y se haga realidad el pacto entre los ciudadanos”, clamó el padre Raúl Herrera, párroco de la UCV.
La gente celebró cuando pidió: “Que cese el odio y ayúdanos Señor a no querer venganza en nuestros corazones. No devolvamos mal por mal. Ayúdanos a sacar los demonios que han hecho aflorar lo peor de los venezolanos”.
El representante del Consejo Evangélico de Venezuela exigió al Poderoso que perdonara a Venezuela, a sus gobernantes, a militares, a sus habitantes (fuera o dentro del país) por “todas las cosas negativas”.
Oposición hermanada
A diferencia de otras marchas no se presentaron hechos violentos, a excepción de un grupo que enfrentó a la PNB en la Fajardo a las 2:30 pm, por lo que la dirigencia de la Mesa de la Unidad Democrática, como Ángel Oropeza, señaló: “Quedó demostrado que la violencia la fomenta el gobierno”.
En el trayecto, la dirigencia y diputados de la MUD consiguieron apoyo de barrios, como La Cota 905, y solo en las inmediaciones de La India hubo un incidente. La periodista de Hispano Post, María Alesia Sosa, fue agredida cuando grababa a los Guerreros de La Vega, que se apostaron frente al monumento y se negaron a dejar pasar a los manifestantes. “Defendemos nuestro bastión”, alegó Freddy González, del PSUV.
La Marcha del Silencio era un reto para la Mesa de la Unidad. Implicaba entrar a Libertador, donde el alcalde Jorge Rodríguez niega los permisos. En la avenida Victoria, la diputada de Un Nuevo Tiempo, Delsa Solórzano, temía: “El gobierno quiere quitar hasta el derecho a orar por nuestros deudos, por el país, por la democracia”. El presidente de UNT, Enrique Márquez, dijo: “No queremos golpes de Estado sino elecciones. Que se fije el cronograma comicial constitucional”.
A la 3:20 pm las marchas que venían de Petare, Bello Monte, Santa Mónica y La Victoria entraron a El Paraíso. Ya la orden del gobierno había cambiado. “Pueden caminar”, les dijeron los comandantes de la PNB a los diputados y los escoltaron. ¿Un milagro divino o del Vaticano?, era la interrogante. Incluso, los policías ordenaron a los habitantes de Misión Vivienda retirarse a sus casas.
El otro prodigio fue ver en una especie de cadena a Lilian Tintori (esposa de Leopoldo López), al presidente del Parlamento, Julio Borges, al gobernador Henrique Capriles y al alcalde Carlos Ocariz, entre otros. “Nuestros adversarios están en Miraflores. Somos un pueblo pacífico que quiere que se acabe esta represión. No tenemos por qué tener miedo”, afirmó Capriles.
El primer vicepresidente del Parlamento, Freddy Guevara, recordó que mañana lunes habrá El Plantón, protesta en la que estará la gente en las principales vías. Tintori instó al pueblo a organizarse: “Prohibido quejarse. Es hora de actuar. Esta lucha es por la familia militar, por los soldados que son víctimas de la represión”. El secretario de AD, Henry Ramos Allup, Mitzy de Ledezma y el parlamentario de ABP, Richard Blanco, llegaron antes. A la 1:37 pm, el helicóptero policial grabó el lleno de más de 8 cuadras.
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