Alrededor de cuarenta modelos gorditas desfilaron este domingo con atuendos ligeros y sexy frente a la Torre Eiffel, para alentar a las mujeres a enfrentarse a la dictadura de los modistas.
Modelos de tallas grandes, y «mujeres cotidianas», incluidas personas delgadas, pequeñas o no muy jóvenes, participaron en la segunda edición de este desfile, Cuerpo Positivo, un término tomado de la cultura anglosajona, donde este movimiento se ha arraigado más.
Las modelos exhibieron en su desfile pancartas en inglés, en las que se podían leer entre otras expresiones «Mi cuerpo es hermoso» o «Tu belleza es tu diversidad».
«La idea del desfile es representar a la mayoría de las mujeres, para mostrar que son hermosas a pesar de sus ‘defectos’, que en realidad no lo son porque son totalmente naturales como el vientre, la celulitis o las estrías», señaló a AFP Georgia Stein, organizadora del desfile.
De profesión azafata de aerolínea, rubia y de 32 años de edad, Stein –que desfiló– aboga por «aquellas mujeres que se sienten mal y tienen depresiones debido a ello». Ella misma sufrió cuando aumentó su talla de ropa, que pasó de 36 a 44, debido a un problema hormonal. »En Francia estamos muy, muy atrasados en el tema. No vemos diversidad en las campañas publicitarias», afirmó.
Leslie Lauthelin, otra participante que mide 1,78 m y usa talla de ropa 46, dijo que tiene problemas para encontrar vestimenta de moda. «El mercado es mínimo. La mujer promedio es hasta talla 42. Más allá, 40% de las mujeres no puede vestirse con las grandes marcas», se quejó. «Encontrar algo moderno a precios atractivos es una misión imposible. Hay que terminar vistiéndose con modelos bastante viejos», declaró.
La Alcaldía de París había organizado en febrero, durante la última Semana de la Moda, una campaña contra la «gordofobia», pero el mensaje tiene problemas para cuajar. Algunas casas grandes interrogadas entonces por AFP rehusaron hablar públicamente del asunto. Pero el difunto Karl Lagerfeld, el superestrella de la alta costura planetaria que falleció en febrero, lo había admitido años atrás: «Nadie quiere ver mujeres gorditas en las pasarelas».
Georgia Stein sostuvo que esta reticencia en Francia es fruto de que «el porcentaje de mujeres con sobrepeso es menor» que en Estados Unidos o Gran Bretaña, y también evocó la diferencia de mentalidades: «En Estados Unidos las mujeres se asumen completamente. Una que sea talla 50 igualmente llevará un vestido ajustado, corto y con escote».
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