Las Águilas adquirieron a cinco peloteros, entregando tres. Eso, al menos en términos matemáticos, es una razón para proclamar el triunfo de los rapaces en el cambio con los Cardenales, ¿verdad?
No, necesariamente. Si bien es cierto que Zulia recibió al pelotero con mayor trayectoria en el canje, el patrullero Jairo Pérez, también es verdad que hacia Lara volaron dos peloteros prácticamente hechos: el relevista Marcos Tábata y el infielder Erick Salcedo, además de un prospecto legítimo, dueño de las cinco herramientas, que brilla en Clase A media: Anthony Jiménez.
Los zulianos entregaron buen talento para hacerse del paquete que consiguieron. Veamos el balance de la transacción.
Pérez es un toletero valioso en Venezuela. Versiones de prensa aseguran en Maracaibo que no está contento con el acuerdo. Sin embargo, es probable que la molestia, de existir, desaparezca. Después de todo, se trata de un jugador de circuitos independientes, que necesita actuar en la pelota invernal. Ya se verá.
Evaluemos el movimiento, suponiendo que el outfielder se pone de acuerdo con su nueva divisa.
El nativo de Acarigua es una pieza valiosa en la LVBP. Puede dar extrabases, suele estar en circulación con frecuencia y es un toletero de buenos promedios. Está a punto de cumplir 29 años de edad, pero suele reportarse temprano. De hecho, como milita en México, tendrá más de un mes de descanso cuando empiece la temporada 2017-2018.
La línea ofensiva de Pérez con los Generales de Durango es auspiciosa. Batea para .329/.358/.482, con 5 jonrones, 10 dobles y 23 empujadas en 42 encuentros.
Un madero así vale la pena el precio. Posiblemente sea más usado como designado que como leftfielder o inicialista, las otras posiciones donde puede alinear. Pero cuando esté disponible, será un buen tercero, cuarto o quinto toletero para el manager Lipso Nava.
Richard Castillo es una apuesta. Necesita estar sano para demostrar su valor. Alguna vez fue visto como abridor en este circuito, y lo ha sido con consistencia en el plano internacional. En teoría, su llegada equivale a la salida de Tábata, con el añadido de que, al menos en octubre, sería una opción para la rotación.
También el joven Pablo López puede abrir, aunque sólo tiene 21 años de edad y parece no estar maduro en Clase A avanzada. Es original de Cabimas y depende de obligar a fallar a sus oponentes, pues no es un ponchador. Seguramente estará en el bullpen de Nava, al menos, en las primeras de cambio.
El resto del paquete determinará cuán bien le va a los aguiluchos con este movimiento, porque Jiménez es un prospecto legítimo, Salcedo es un infielder ya hecho y Tábata equivale a Castillo. Es importante para ellos conseguir un buen rendimiento del catcher Luis Álvarez o del jardinero Wilyer Abreu.
Son casos de difícil proyección. Abreu acaba de firmar, no podremos sacar conclusiones antes de tres o cuatro años. Álvarez, en cambio, pudiera ser de ayuda rápidamente.
El careta fue dejado en libertad por los Astros de Houston en 2015. Jugó en Italia la temporada pasada, viajó a México en esta ocasión, tiene 27 años de edad y apenas se ha mostrado en la LVBP. Pero dejó una línea de .287/.385/.449 en las menores.
En principio, Álvarez es visto como tercer mascota. Jesús Flores y Francisco Arcia no deberían reportarse tarde, pero es importante para eso que Flores esté sano y en condiciones físicas, algo que genera cierta duda hoy por hoy. Si eventualmente puede replicar esos números en Venezuela, ayudaría detrás del plato o incluso como emergente o designado, y completaría, sin duda, el buen negocio de los occidentales.
@IgnacioSerrano
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