Seis agentes de seguridad nigerinos, entre militares y policías, murieron ayer en un ataque terrorista en la localidad de Abala, departamento de Filingué, en el noroeste del país, según informaron hoy a Efe fuentes policiales.
El ataque se produjo justo en el momento de la ruptura del ayuno de Ramadán, cuando un grupo de hombres armados se presentaron en Abala en varios vehículos, fuertemente armados, y comenzaron a disparar.
Gendarmes, agentes de la Guardia Nacional y soldados de la Fuerza de Defensa y Seguridad repelieron el ataque, y el tiroteo duró como mínimo tres horas, dijeron habitantes de la localidad.
Las fuentes policiales señalaron que los atacantes sufrieron varias bajas, sin más precisión, pero pudieron llevarse dos vehículos militares del puesto de Abala antes de huir.
Habitantes de Abala dijeron por su parte que el intercambio de disparos duró toda la noche y confirmaron que no hay muertos entre los civiles.
La localidad de Abala, a unos 140 kilómetros de Niamey, acoge desde 2012 un gran campamento de refugiados malienses bajo la tutela del Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados, que huyeron de la inseguridad en el norte de su país.
El Estado Mayor nigerino envió desde Niamey refuerzos nada más conocerse el ataque, y ordenó una operación de rastreo en busca de los atacantes, con ayuda de tropas extranjeras establecidas en Níger en el marco de la lucha contra el terrorismo y el crimen transfronterizo.
Una fuente próxima a la jerarquía militar aseguró que estas operaciones habían permitido «atrapar y destruir literalmente toda la columna de quince vehículos de los asaltantes junto a la frontera con Mali», pero la información no ha sido confirmada por canales oficiales.
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