Hay deportistas que parecieran estar tocados por una varita mágica, como si estuvieran bendecidos por un talento innato que asombra a propios y extraños. Son aquellos que, con una acción, pueden resolver el juego más complicado y obtener resultados importantes. Uno de esos casos es Samuel Sosa, quien fue uno de los revulsivos de Rafael Dudamel en el Mundial sub-20 de Corea y apenas tiene 17 años de edad.
A Carlos Maldonado, ex director técnico del Deportivo Táchira, le bastó una visita a las categorías menores para deslumbrarse con su talento, a inicios de 2016. Y el 13 de febrero, debutó en primera división contra Trujillanos FC, en el José Alberto Pérez de Valera. Ingresó a la cancha, al inicio del segundo tiempo, por Ronaldo Chacón, compañero de selección, con la misma tranquilidad que mostró en la Copa del Mundo.
“Ese día le dije que aprovechara su disparo y le pegara desde afuera del área. Es un jugador muy atrevido. Debutó en los octavos de final de Libertadores con tan solo 16 años de edad”, dijo Maldonado.
En este semestre, fue fundamental para el entrenador colombiano Santiago Escobar al ser titular en ocho encuentros, sustituido solo en uno y con un rendimiento espléndido. Esto no pasó desapercibido. Dudamel lo llamó para ir a la Copa del Mundo, dónde marcó el gol contra Uruguay que será recordado por siempre.
Hay más futuro. Jan Hurtado y Christian Makoun fueron los otros dos jugadores de 17 años que pisaron tierras asiáticas y brillaron en el Campeonato Suramericano sub-17, que se disputó en Chile durante febrero y marzo.
“El hecho de que hayan estado ahí fue tomar en cuenta el trabajo en la sub-17 y el rendimiento que tuvieron. Es una alegría porque nuestro trabajo contribuyó al desarrollo de esos chamos y fortalecer el grupo de la sub-20. Dudamel entendió que podían aportar al grupo, al trabajo y la competencia interna que fortalece al resto”, comentó el seleccionador sub-17, José Hernández.
Además de ellos, hay un conjunto de piezas con un potencial enorme: Carlos Rodríguez, Brayan Palmezano, Cristian Cásseres hijo, Eduardo Fereira, Adrián Zambrano, entre otros. “Algunos son titulares en el fútbol profesional por la norma y ellos están jugando por delante de ella porque tienen 16 años. Existe un fútbol de formación y rendimiento. Es bueno verlos ya por ahí. De por sí, hay algunos que no llegaron al Suramericano, pero fueron llamados a los módulos y ya están arriba”, explicó Hernández.
Y para que hagan bien la transición de juvenil a profesional, se debe cumplir el ciclo de buena forma. “Si se encadena bien el proceso van a convivir de buena manera en el proceso. Esta categoría (la sub-17) es la más importante. Pueden tener muy buenas virtudes pero si no rinden al máximo, no van a estar en la elite. Procesar de buena manera la formación y que puedan ir paso a paso es lo ideal”, contó.
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