Los funcionarios del Seniat llegaron al Anfiteatro de El Hatillo justo antes de la presentación. Emilio Lovera estaba listo para regresar a los escenarios después de 14 meses de retiro. ¿La razón? Estaba de reposo debido a un cáncer de colon que le diagnosticaron en junio del año pasado.
Nadie, salvo amigos y familiares, conocían el motivo de su ausencia. Él tampoco quería hacer de su enfermedad una noticia.
Pero el Seniat decidió cortar el regreso a escena de uno de los humoristas más reconocidos del país, hoy sobreviviente de un cáncer. El organismo alegó que Lovera no había declarado impuestos el último año. ¿Y cómo lo hacía si estuvo inactivo durante 14 meses?
“Les parecía extraño que yo me hubiera declarado sin actividad durante tanto tiempo”, explica el humorista, quien no quiso hacer pública la enfermedad, de la que ya está recuperado, para no generar lástima y así evitar que la gente lo mirara diferente.
“Creo que el artista con cáncer se ve distinto después de la enfermedad. Me da la impresión de que la gente lo ve de otra forma. Quiero que la gente siga yendo a mi espectáculo, que es lo único que puedo hacer en Venezuela. No trabajo en televisión ni en radio. Solo quedan las redes sociales o los eventos en vivo. Pero que vayan por la misma razón que han ido siempre: para reírse, disfrutar y gozar un puyero. No para ayudarme. Porque el día en que yo sienta que el público no sale gratificado, no trabajo más”, dijo.
De hecho, recalca que tampoco tuvo necesidad de acudir a crowdfunding o cualquier otra vía para pedir dinero. “Por otra parte, rechazo contundentemente a aquellos artistas influencers que utilizan las redes sociales para dar lástima y para provocar la caridad de la gente. Lo que hice fue seguir mi tratamiento. Y como el médico dijo que iba a salir todo bien, entonces me quedé tranquilo”, expresó.
La razón –subraya– de hablar de su enfermedad fue porque el Seniat suspendió su show.
El 19 de agosto, la socia de Lovera se dirigió al organismo y le repitieron lo mismo que en el teatro. A pesar de que les explicaron a los funcionarios que había estado en recuperación, insistieron en que la orden era cerrar el show. “Cuando se les daba una razón y no podían contestar, decían que estaban cumpliendo órdenes”, contó.
No es la primera vez que el humorista, creador de personajes icónicos como Gustavo el Chunior o Perolito, es víctima de la censura. Hace cuatro años le prohibieron presentarse en los espacios de la cadena hotelera Venetur. Y hasta recuerda una anécdota sobre los intentos por callarlo: “Una vez botaron, por asomar mi nombre, a una secretaria del IVSS de una reunión para definir qué se iba a hacer el Día de la Secretaria. Era una época radical. No sé qué tanto ha mejorado”.
Por eso el humorista advierte que es obvio que la suspensión de su presentación fue por motivos políticos. “Nosotros transitamos por un aeropuerto por el que pasan 40 maletas con millones de dólares por narcotráfico, pero a mí me pararon una vez por una alfombra de carro. ¿A qué crees tú que se deba eso? Aquí hay gente que tiene cuentas en Andorra, funcionarios a los que se les cae un papelito del cajero y tienen 750 millones de dólares y tienen 2 años trabajando. Pero entonces van contra el que dejó de cotizar porque se enfermó. Creo que es obvio”.
Lovera no tiene recuerdos similares de su época en Radio Rochela, que se emitió desde 1959 hasta 2010 por RCTV. Incluso había políticos que se congraciaban con el programa y querían ser imitados. “Nosotros no entendíamos mucho porque pensábamos que podían considerarlo una burla. Pero luego descubrimos que el humor humaniza al funcionario”.
Humoristas como Laureano Márquez, Claudio Nazoa y Luis Chataing, que incluso tuvo que salir del país, han sido censurados en los últimos años. “Creo que esto tiene mucho que ver con el nivel educativo del funcionario. Para la gente de bajo nivel el humor es solo una burla. No ven más allá de eso”, señaló Lovera.
Ha sido tal el cerco que muchos comediantes han migrado a las redes sociales e Internet para difundir sus producciones. Entregrados, con Manuel Ángel Redondo, y De a toque, con Gabo Ruiz y Verónica Gómez, son algunos ejemplos.
Emilio Lovera, aunque confiesa que no tiene tanta energía y conocimiento para realizar shows similares, tiene planeado presentar nuevos personajes en su canal de Youtube. “Siempre digo que en el disco duro tengo todavía las instrucciones del Atari. Tengo que quitarlas para meter las de Instagram y no caben. Eso no es que paga mucho. Sigo viviendo de los shows en vivo. Pero creo que será muy gratificante para quienes no tengo alcance, como la gente que está afuera”.
Las presentaciones en el país van a seguir. De hecho, ya el show suspendido en el Anfiteatro El Hatillo tiene nueva fecha: las entradas del 17 de agosto quedaron para el 9 de noviembre, a las 7:00 pm, y las del 18 de agosto para el 10 de noviembre, a las 4:00 pm.
“Yo ni he puesto rodilla en tierra ni he llegado a ningún convenio con ellos”, afirmó.
Próximamente se presentará en el exterior. Sin muchos detalles, dice que para fin de año mostrará el trabajo que se acumuló durante su enfermedad.
Con humor, su única herramienta de trabajo, Emilio Lovera ha decidido permanecer en Venezuela, luchando. “Yo no quiero el país que teníamos antes ni el país que tenemos. Quiero un país distinto, como el que quieren los jóvenes que han viajado y han visto los sistemas que funcionan. Un país honesto. Creo que la palabra que tenemos que repetir e incluir en todos los discursos es honestidad”.
@Sasamendoz | [email protected]
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional