Los conceptos de unidad y libertad se vuelven a escuchar sin descanso estos días en la pequeña localidad de Bethel, en Nueva York, donde se celebra el 50 aniversario de Woodstock, uno de los festivales de música más aclamados de la historia.
“No puedes duplicar algo así. Es difícil explicar con palabras la experiencia”, dijo a EFE Jeff Bakewell, testigo de aquel encuentro y que junto a decenas de curiosos acudió al monumento.
#Woodstock50 Hace 50 años inician los 3 días de paz y amor del Festival Woodstock, uno de los encuentros musicales más recordados de todos los tiempos. En total, medio millón de personas y 32 artistas fueron protagonistas de este hito contracultural único. pic.twitter.com/4Cf6SVoOEu
— Efemérides Musicales (@musimerides) August 15, 2019
Más de 400.000 jóvenes se reunieron para ver a estrellas de la música como Jimmi Hendrix, Joan Báez, Janis Joplin, Carlos Santana, The Who, Sly & The Family Stone, Crosby, Stills, Nash & Young y Blood, Sweat & Tears.
“Nadie anticipaba tanta gente. Era imposible salir”, recordó Bakewell. Fue tal la avalancha humana que descendió sobre Bethel, que las carreteras quedaron completamente bloqueadas.
La convulsa década de los sesenta, marcada por la Guerra de Vietnam, los constantes problemas raciales, y el asesinato del presidente estadounidense John F. Kennedy y el líder de derechos humanos Martin Luther King, unieron a las nuevas generaciones en una repulsa conjunta a la violencia y la intolerancia, que culminó en el festival de rock.
Ciudadanos de todo el mundo han acudido, como si se tratara de un santuario, a la enorme pradera en la que se celebró el festival. El lugar, ahora, forma parte de un complejo cultural llamado “Bethel Woods Center for the Arts”.
🎤 Woodstock, el legendario festival de la era hippie, celebra sus 50 años #AFP https://t.co/cPRD14qFBv pic.twitter.com/j5qO4vbkBm
— Agence France-Presse (@AFPespanol) August 15, 2019
Entre las fotos y recuerdos que se acumulan en el museo se encuentra Jeannie Whitworth frente a uno de los antiguos autobuses del festival. Ella no solo presenció el evento, sino que fue una de las personas que trabajaron para alimentar a los miles de jóvenes.
Luego de 50 años sin volver al lugar, Whitworth se emociona recordando la paz y armonía que se respiró esos días en Woodstock.
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