La literatura se ha colado en el recinto amurallado de la portuguesa Óbidos, una villa milenaria que se reinventó a través de los libros y se ha convertido en una visita imprescindible para cualquier bibliófilo.
A 70 kilómetros de Lisboa, esta histórica y tranquila localidad medieval de unos 3.000 habitantes ha ido viendo en los últimos años cómo libros y librerías se fueron asentando en sus lugares más emblemáticos, convirtiéndola en una auténtica “villa literaria”.
Hasta el momento son 14 las librerías que existen en la inmensa variedad de espacios que conforman Óbidos Villa Literaria, proyecto que arrancó en 2013 y que en 2015 se unió a ciudades como Barcelona y Granada en la lista de “Ciudades Literarias” de la Unesco.
Como abrir sólo una librería no sería económicamente viable, decidieron crear en Óbidos “una ciudad del libro”, pues “tendría otro atractivo que una librería no tiene”, señaló José Pinho, de la lisboeta Ler Devagar y uno de los impulsores de la iniciativa.
Las librerías de Óbidos buscaron ir más allá del concepto habitual de este tipo de comercio y se han instalado en espacios icónicos de la villa medieval caracterizados por su multifuncionalidad.
Así, las inusitadas librerías “obidenses” son también galerías, locales para trabajo y estudio, bar de vinos, hoteles, mercado de productos biológicos y hasta una parada de autobús.
Pinho sostiene que esta suma de funciones es fundamental, pues ante la fácil y rápida disponibilidad de libros de hoy en día, las librerías necesitan “una actividad complementaria” para competir y ser autosuficientes.
Óbidos Villa Literaria llevó no sólo un nuevo dinamismo cultural a la histórica villa sino que fue crucial para su preservación y rehabilitación urbana.
Con la llegada de la literatura fue posible preservar uno de los principales monumentos de Óbidos, la Iglesia de São Tiago, cuya revitalización está en el origen de este ambicioso proyecto.
Este templo del siglo XII recibió una nueva vida con la instalación en su interior de la Librería de Santiago, la primera que se estableció en esta localidad del centro de Portugal.
La literatura también se coló por la puerta del edificio de correos de Óbidos, mandado edificar por el rey luso D. João V en 1748 y que ahora es librería y galería.
La polivalencia que marca Óbidos Villa Literaria está especialmente patente en el Mercado Biológico.
En este espacio, otrora usado como comedor municipal, interminables estanterías repletas de libros usados y raros comparten protagonismo con cestos con variados productos biológicos locales.
Los libros están igualmente presentes en hoteles como el The Literary Man, considerado la mayor librería de Óbidos. Este singular establecimiento posee un acervo de aproximadamente 40.000 libros, muchos de ellos expuestos para lectura en las diversas estanterías esparcidas dentro del hotel, que abriga también una biblioteca con obras destinadas a académicos y estudiantes.
También hay festivales como los certámenes Latitudes, de literatura de viajes, y el Festival Literario Internacional de Óbidos (Folio).
Tras dos ediciones, el «Folio» se convirtió en uno de los principales certámenes culturales de Portugal y ha llevado hasta el recinto amurallado de Óbidos a nombres destacados de la literatura como el británico Salman Rushdie o el angoleño José Eduardo Agualusa.
Para su tercera edición, entre los próximos 19 y 27 de octubre, el festival va a asociarse a su congénere de Granada y recibirá a diversos autores, entre ellos los españoles Fernando Aramburu y César Antonio Molina -exministro de Cultura de España-, el argentino Mempo Giardinelli y el colombiano Plinio Apuleyo Mendoza.
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