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En Paraparal claman por ayuda ante inundaciones del lago de Valencia

Cuando la comunidad protestaba, activistas del PSUV presionaron para sacarla de la lista del CLAP o bloquearle el saldo de las tarjetas de hogares de la patria

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En Paraparal, una populosa comunidad que se ubica en el municipio Francisco Linares Alcántara del estado Aragua, muy cercana a las parroquias del sur de Maracay, no se puede caminar por las calles sin botas plásticas. Quienes viven en las zonas más cercanas a la autopista Los Aviadores, que comunica a Maracay con Palo Negro y Santa Cruz, sufren los problemas propios de las inundaciones y más, pues se han visto en la obligación de fabricar balsas con pallets para salir de las cuadras adyacentes al terraplén de tierra que Pdvsa empezó a construir en 2013 y aún no finaliza.

El agua desbordada del lago de Valencia, producto de las recientes lluvias, ha anegado gran parte de la comunidad; se estima que se ha elevado hasta medio metro. Arletis Serga, vecina de la zona, denunció que tras cuatro días de lluvia, hay no solo olor a cloaca sino también un temor generalizado porque activistas del PSUV amenazan con eliminar a las familias de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción si hablan con la prensa o critican la situación. “Para nada, porque el CLAP llega es cada quince días”, señaló Serga. Las amenazas también incluyen el bloqueo de la tarjeta de hogares de la patria.

Algo que se pudo confirmar en un recorrido, junto con otros periodistas, realizado el martes 5 de septiembre por la zona. Hubo acoso y gritos por parte de activistas oficialistas, quienes indicaron que lo que sucedía era un fenómeno de la naturaleza que no obedecía a las denuncias por “falta de gobierno”.

“Lo que queremos es una solución”, reiteró Serga mientras era coreada por un nutrido grupo de personas que se acercó para apoyar la labor periodística. Los vecinos rechazan ser trasladados a refugios o que la atención dependa de la venta de bolsas de comida; ellos exigen medidas que eliminen las inundaciones que padecen desde hace años, ya que las bombas de achique instaladas son insuficientes. “Estamos nadando en excremento, pero ya no esperamos nada, salvo que nos lleve el agua para que nos hagan caso”, refirió un hombre que no llevaba botas plásticas.

El municipio y la Gobernación están elevando el muro de contención con 1.500 metros cúbicos de material desde el pasado 31 de agosto para llegar a la cota de 416 metros sobre el nivel del mar; mientras tanto, se espera el anuncio de nuevos mecanismos de rebombeo. El ingeniero Germán Benedetti, ex diputado del Consejo Legislativo de Carabobo, denunció que el lago ya está en la cota 414,10 metros sobre el nivel del mar, lo que compromete por 2 centímetros el otro terraplén, ubicado en La Punta, donde también se eleva su altura en un par de metros.

Urge atención

por enfermos

Amnistía Internacional constató que hay un recién nacido con microcefalia entre los afectados, por lo cual exigió atención inmediata por parte del gobierno. “Las fuertes lluvias hacen que esta problemática requiera atención con mayor urgencia. Miles de vidas corren peligro. El acceso al agua potable se ha visto severamente restringido y enfermedades como el zika, el dengue, la escabiosis, las alergias y toda clase de afecciones respiratorias y diarreicas menguan a la población. Hay un caso de microcefalia entre los recién nacidos del lugar”, señaló en un comunicado.

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