¿Por qué los chipilines se ponen tan inquietos con la salida de su primera dentadura? Como las encías se inflaman y enrojecen, se presume que la erupción de las piezas dentales puede ser un proceso a ratos doloroso para un bebé. Es muy común que produzca más saliva de lo usual, por lo cual es importante secar regularmente su piel al babear en exceso para evitar sarpullidos. Del mismo modo, es frecuente que se ponga irritable, lloroso o de mal humor, que tenga más ganas de roer o morder objetos o que en algunas ocasiones pierda el apetito. El sueño también puede verse perturbado, lo mismo que la temperatura corporal.
Si bien es cierto que el bebé puede estar ligeramente más tibio que de costumbre en este periodo, no es normal que alcance a desarrollar una fiebre formal (es decir, más de 38° C en una medición rectal) ni que presente diarreas, por lo cual es importante consultar al pediatra si esto llegase a ocurrir para descartar otros problemas.
¿Qué no hacer? Sobre las encías del niño no debe aplicarse hielo directamente, ni intentar cortar estos tejidos para facilitar la salida del diente. Lo más práctico es ofrecerle al bebé un juguete texturizado de dentición, generalmente un anillo plástico de goma que se puede meter en la nevera (preferiblemente sin relleno líquido, y sin llegar a congelarlo por completo), que luego se le entrega para que pueda morder a conveniencia y que debe lavarse con agua y jabón antes de cada uso. Si ya come alimentos sólidos, los pedacitos de frutas frías (no congeladas) pueden ayudarlo a rascar las encías y aliviar las molestias, siempre bajo supervisión adulta y servidos en tamaños adecuados para que el niño no se ahogue. También los padres pueden envolverse un dedo limpio en un pañito humedecido con agua helada y frotarle con suavidad las encías, o dejarle esta tela fría para que la mastique.
Si el dolor es muy intenso, en algunos casos es factible suministrar acetaminofén pediátrico en las dosis y frecuencia que el médico indique; no se aconseja darle aspirina para prevenir complicaciones a esa edad. Si las molestias no ceden o aparecen síntomas atípicos, es necesario consultar al pediatra.
Sonrisa en proceso
La dentición ocurre entre los 6 y 12 meses de vida. Primero salen los dos incisivos centrales de abajo, luego los dos centrales superiores, después surgen los incisivos laterales, luego los molares y finalmente los caninos. Ya para su tercer cumpleaños, el niño debería tener sus 20 dientes de leche. Para cuidárselos durante todo el proceso y prevenir caries a una edad tan temprana, se recomienda que los padres busquen la orientación del pediatra o de un odontólogo infantil, con el fin de que les expliquen la metodología de higiene indicada para esa edad.
Fuentes consultadas: MedlinePlus: Medlineplus.gov / BabyCenter: www.babycenter.com / Healthline: www.healthline.com
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