Europa y Venezuela trabajan en conjunto para luchar contra el cambio climático y un acuerdo de París, que entró en vigencia en 2016 ratificado por 144 países.
En un comunicado de la Misión de la Unión Europea (UE) en Venezuela, explicaron que la lucha contra el cambio climático ofrece oportunidades para inventar formas para producir, consumir, invertir y comerciar, así como proteger vida y empleos, en beneficio de las personas y del planeta.
Comunicado íntegro:
El trascendental Acuerdo de París sobre el cambio climático supuso un avance fundamental del multilateralismo del que tanto la Unión Europea (UE) como Venezuela pueden y deben sentirse orgullosos. Además, el avance en cuanto al número de ratificaciones ha sido extraordinario: el Acuerdo de París entró en vigor el 4 de noviembre de 2016, y ya lo han ratificado 144 países.
Aún con ello, no debemos ser autocomplacientes, de forma que para que la visión de un futuro mundial con bajo nivel de emisiones y resiliente al cambio climático se materialice, debemos centrar toda nuestra atención ahora en transformar los acuerdos en hechos.
La lucha contra el cambio climático ofrece un gran número de oportunidades de inventar nuevas y mejores formas de producir y consumir, de invertir y comerciar, y de proteger vidas, empleos, bienes y oportunidades, en beneficio tanto de las personas como del planeta. Para lograr la muy necesaria transformación económica y social, es esencial que los objetivos de reducción de emisiones y las estrategias y planes de adaptación climática que han presentado los países se traduzcan a partir de ahora en políticas y medidas concretas y viables en todos los sectores económicos, pues la intención por sí sola no es garantía de resultados.
La UE y sus Estados miembros se mantienen firmes en cumplir plenamente con la aplicación del Acuerdo de París, tanto interna como internacionalmente. Europa ha aportado, y continuará aportando, una cantidad sustancial de fondos para apoyar la acción por el clima en los países socios (tan sólo en 2015, la cooperación ascendió a 17.600 millones de euros).
Al interior de la UE, el compromiso principal es velar por que se complete el paquete legislativo y reglamentario necesario para alcanzar los objetivos de París: reducir las emisiones al menos un 40% de aquí a 2030. La actividad legislativa en la UE abarca todos los sectores económicos y la prioridad es la eficiencia energética así como el impulso del uso de energías renovables en todo el territorio de la UE.
La preocupación sobre el posible impacto de las medidas relativas al cambio climático en el crecimiento económico son ampliamente conocidas pero la evidencia muestra que no es realmente así. A nivel de la UE se ha constatado que la reducción de emisiones de un 22% desde 1990, coincide con un crecimiento del producto interno de la UE de 50% en igual período. Durante este lapso, se han generado nuevos puestos de trabajo, empresas, tecnologías y ventajas competitivas, lo cual ha preparado a las economías europeas para un futuro prometedor con bajo nivel de emisiones y resiliente al cambio climático.
Al mismo tiempo, la UE se encuentra realizando esfuerzos para aumentar la resiliencia de las sociedades: la experiencia muestra que por cada euro invertido en la protección contra las inundaciones, se ahorra seis euros en daños evitados. Dicho de otro modo, invertir en la resiliencia al cambio climático reduce los riesgos actuales y futuros.
Si bien la UE tiene más de dos décadas de experiencia en la elaboración y aplicación de políticas de clima ambiciosas, es consciente de que muchos países están empezando a transitar este camino por primera vez. La UE está preparada para compartir sus experiencias y enseñanzas extraídas, y ha puesto en marcha una amplia cooperación en materia de lucha contra el cambio climático en muchos países del mundo.
La UE tiene una responsabilidad especial de apoyar la transición hacia economías hipocarbónicas y resilientes al cambio climático. En este sentido, la delegación de la UE en Venezuela organizó, el 17 de noviembre de 2016, un exitoso seminario internacional sobre «Cambio climático y medio ambiente: Soluciones a Venezuela – Contribuciones europeas y latinoamericanas al desarrollo, regulación, tecnología y financiación locales» que contó con el respaldo tanto de la Asociación de Alcaldes de Venezuela, el Consejo Bolivariano de Alcaldes, la Federación de Cámaras Binacionales de Comercio e Industria del Espacio Económico Europeo (Fedeuropa) y la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático de la Asamblea Nacional.
El Seminario atrajo a más de 300 participantes, y fue organizado en paneles temáticos sobre: el Acuerdo de París: Implementación Nacional y Municipal; Eficiencia Energética y las Tecnologías asociadas a las Energías Renovables Europeas, y; Experiencias de Donantes y Financiamiento Multilateral para el Cambio Climático en Venezuela, cada uno con una visión pragmática orientada al desarrollo de proyectos conjuntos en favor de la lucha contra el cambio climático en Venezuela.
El seminario fue promovido como parte de la diplomacia climática de la UE en el contexto de la COP22 y de la Conferencia Mundial de Naciones Unidas para el Cambio Climático de ese año. Para este año, y dentro de unos meses, en noviembre, la comunidad internacional se reunirá en Bonn, Alemania en la COP 23 para continuar con la tarea de convertir el Acuerdo de París en una realidad.
Para el año 2018 se espera avanzar en el denominado «Diálogo facilitador» que supondrá la primera oportunidad desde el Acuerdo de París para analizar los esfuerzos colectivos para limitar los efectos del calentamiento global y evaluar el trabajo hecho por cada nación, concretamente en cuanto al cumplimiento de los compromisos adquiridos.
Es importante destacar que los gobiernos no son los únicos que están adoptando medidas. Los retos del cambio climático mundial revisten una magnitud y variedad sin precedentes. Las empresas, las ciudades, las regiones y la sociedad civil desempeñan un papel decisivo en la ejecución de las medidas para que tengan impacto efectivo. Se necesita reforzar la colaboración y coordinación entre las administraciones, la sociedad civil, el sector privado y otros agentes clave. Las iniciativas medio ambientales en las distintas alcaldías y gobernaciones son un buen punto de inicio. Solo a través de la unión, se podrá estar a la altura de los ambiciosos objetivos fijados y de las expectativas de las generaciones futuras.
El Acuerdo de París fue un momento decisivo en la lucha contra el cambio climático que aspira a proteger el planeta para las generaciones futuras. Se debe mantener este impulso en los próximos meses y años, porque el premio realmente lo merece: menos emisiones, mayor seguridad y eficiencia energética, crecimiento impulsado por la innovación, creación de empleo, sociedades más resilientes y mejora del medio ambiente. Hay mucho por hacer, y la UE espera poder continuar nuestra colaboración con Venezuela.
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