No hay tiempo para guayabos. Si bien a los pocos días del cierre de 92.9 Tu FM hubo estupor y rabia, ahora no es momento para parar. Esa es la consigna de Jaime Nestares, gerente general de la División Radio de Empresas 1BC, quien asegura que es un lema que tiene resonancia entre el personal de la emisora retirada del aire por Conatel la noche del 25 de agosto.
Nestares forma parte de una de las compañías más afectadas por el chavismo; su caso más emblemático fue el cierre de RCTV.
“Enfrentamos esta nueva realidad con muy buena actitud, que es la que uno puede esperar de gente con espíritu emprendedor que no se rinde ante las dificultades. Ahora, eso implica entender lo que realmente se puede desarrollar y ver que las oportunidades son limitadas”, refiere.
—Actualmente transmiten por Internet. ¿Cómo hacerlo rentable?
—Los medios de comunicación migran a plataformas digitales. Lo ves en Suecia o Noruega, donde desaparecieron las frecuencias AM y FM para realizar la cobertura en wifi. Tratar de hacer una radio juvenil en español es una oportunidad, porque hay pocos desarrollando un proyecto así. Por eso es importante el espíritu emprendedor que nos ha caracterizado desde que comenzamos hace 87 años con RCR.
—Pero en Venezuela la brecha tecnológica juega en contra.
—Sí, incluso la ideológica. El gobierno usa el acceso a Internet con ese propósito, de la misma forma que busca la hegemonía en radio, televisión y prensa escrita, quiere hacerlo en plataformas digitales. Cantv tiene el monopolio de ese sector. Es un competidor importante en telefonía celular, la proa de apertura de nuevas aplicaciones. Uno ve lo que pasa con la nueva implementación del 5G en Europa, donde se ha probado la capacidad de transmitir 1 terabyte por segundo. Trata ahora de hacer eso acá con 1 gigabyte. El acceso a Internet será para unos pocos, para una nomenclatura. Estamos corriendo también contra eso. Vemos que la plataforma de acceso no ha mejorado producto del ahorcamiento de Movistar y Digitel por los problemas para el acceso a divisas que permitan mejoras. Incluso Movilnet está esquilmado.
—Un panorama bastante adverso.
—En una economía que se logre equilibrar, todo va a mejorar. No voy a esperar a que eso ocurra para prepararme. Si me preguntas si en RCTV se ha perdido la capacidad de producir, te digo que no. Lo hacemos para canales de acá y del exterior. Tenemos 10 años cerrados y no hemos dejado de trabajar. Hay un equipo que puede poner al canal en marcha en un tiempo razonable.
—¿Por qué ha dicho que hay pocos espacios de solidaridad?
—Ejercer en Venezuela la libertad de expresión es una de las cosas más arriesgadas. Ahí es donde encuentras la diferencia entre unos empresarios y otros. Nosotros decidimos ejercer la libertad de expresión y correr los riesgos. Y sí, es triste ver cómo colegas niegan el acceso para poder expresar la injusticia de lo que nos han hecho. Es triste comprobar que la Cámara Venezolana de Radiodifusión no sirve, no fue capaz de preguntarle al ministro Ernesto Villegas, cuando se reunió con él, por qué no nos permitieron el derecho a la defensa o cuál fue la razón por la que no iniciaron un proceso administrativo en el caso de que hayamos hecho algo malo. Guardó silencio. En ese encuentro, el ministro expuso una serie de sonidos de Mágica 99.1 y 92.9 que estaban editados. Nadie se paró a preguntar si estaban completos o no. Me imagino que es un mensaje para RCR.
—En 2007 algunos reclamaron que no se cambiara la postura de RCTV para evitar el cierre. ¿En algún momento se discutió ese tema en 92.9?
—Ese nunca fue un argumento interno. No lo es en 92.9 ni en RCR. Todos saben dónde trabajan, en una radio que ha sido pionera, que además fue la creadora de los informativos y las radionovelas, así como de los noticieros y las telenovelas, en el caso de RCTV. La gente sabe que está con emprendedores que necesitan el entorno de la libertad para poder ser y hacer. Siempre hemos actuado apegados a la ley y no hay nada que diga lo contrario. Lo que pasa es que estuvimos fuera del capricho del presidente Hugo Chávez, no fuimos gente de su gusto y él lo sabía desde 1992, mientras otros lo aplaudían. Fuimos pioneros en eso también. ¿Por qué? Siempre entendimos algo básico: ser militar no es la esencia de la democracia. Me acuerdo de que Lech Wałęsa cuando vino a Venezuela se negó dos veces a reunirse con Chávez por esa razón. Recuerda que él venía de luchas en contra de Wojciech Jaruzelski, que era una cosa distinta a lo que es y fue Chávez. Es difícil esperar en la historia de la humanidad que la profundidad de la democracia sea desarrollada por militares. Puede haber alguno, pero sería la excepción de la norma.
—¿Cuál será el futuro de los trabajadores?
—Hablamos de aproximadamente 40 personas. Nos inquieta, pero nos ocupamos bien de los de RCTV. Hasta ahora no he visto ninguna demanda o protesta en contra de la empresa. Fuimos consecuentes y responsables con lo que nos pasó y no vamos a dejar de serlo ahora. Con el emprendimiento evitaremos que el mal sea mayor.
Nestares recuerda que en 2002 comenzaron los enfrentamientos de la empresa con el gobierno de Hugo Chávez. “Hay que decir que Marcel Granier asumió el caso desde temprano, y desde el primer acoso a uno de nuestros periodistas acudimos a los tribunales de la República. Se nos denegó la justicia, pero fuimos acumulando casos hasta que llegó el cierre. Acudimos a la justicia local y luego a la internacional; la Corte emitió entonces una sentencia sin precedentes al reconocer como sujeto a una sociedad anónima con derechos humanos y condenó al Estado venezolano a devolver las instalaciones que fueron robadas: equipos, antenas, controles, pero no se trata de lo que se llevaron y maltrataron, sino de tecnología que estaba vigente en el momento. Obligó también a devolver la concesión de la radiofrecuencia y a pagar la indemnización al personal. Esa sentencia fue desconocida por el TSJ, colocando al gobierno como un forajido.
—¿Lo mismo harán ahora?
—Primero tocaremos las puertas de los tribunales de la República. Como sabemos que no pasará nada, armaremos el expediente para ir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
—Pero Venezuela en 2013 denunció la Convención Americana sobre Derechos Humanos
—Como Venezuela vio el listado de casos que venía en su contra, denunció la Convención, pero la Corte puede seguir recibiendo casos. El nuestro entró mucho antes. Lo de 92.9 se suma a una continuidad de hechos.
El dilema del consumo de datos
Si bien con RCR ha habido un buen manejo en Twitter, no ha sido así con 92.9. “En 92.9 tuvimos un crecimiento superior al de RCR. Pero se estancó mientras que el de RCR siguió. Nos dimos cuenta de que el público objetivo de esa herramienta no es joven, ergo, las radios con esa red social que se dicen juveniles no parecen tener mucha gente joven detrás. Quizá no hemos tenido la clave con el contenido o los jóvenes no pueden gastar los megas necesarios. Cuando calculas en dólares lo que gana un venezolano con salario mínimo por hora y lo comparas con la tarifa de megas, te das cuenta de que en Venezuela el esfuerzo es 18 veces más que en Estados Unidos o Europa”, indica Jaime Nestares.
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