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EEUU retira la mayoría de su personal de Cuba y suspende emisión de visados

Washington tomó la medida después de que su personal se viera afectado por un incidente ocurrido en su embajada en la isla

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Estados Unidos dio hoy una respuesta drástica a los ataques que han sufrido al menos 21 de sus funcionarios en Cuba, al ordenar la retirada de la mayoría de su personal en la isla, pedir a los estadounidenses que no viajen allí y suspender la emisión de visados desde su embajada en La Habana.

 Tras dos meses de misteriosas informaciones sobre incidentes que causaron síntomas auditivos a diplomáticos estadounidenses en la isla, y pese a no tener claro quién es el responsable de los hechos, el Departamento de Estado tomó medidas que prometen minimizar los viajes de los estadounidenses a Cuba, y de los cubanos a EE UU.

«Hasta que el Gobierno de Cuba pueda garantizar la seguridad de nuestros diplomáticos, nuestra embajada quedará reducida a personal de emergencia, para minimizar el número de ellos que se arriesgan a quedar expuestos a posibles ataques”, dijo el secretario de Estado de EE UU, Rex Tillerson, en un comunicado.

En una alerta de viaje, el Departamento de Estado aconsejó a sus ciudadanos no viajar a Cuba y ordenó la retirada del personal no esencial de su embajada en La Habana debido a los ataques específicos dirigidos contra diplomáticos estadounidenses, que han provocado «heridas significativas» al menos a 21 de ellos.

«Los funcionarios han experimentado síntomas como problemas en el oído y pérdida de audición, mareos, dolores de cabeza, fatiga, problemas cognitivos y dificultad para dormir», indica la alerta.

El Departamento de Estado no ha llegado a confirmar que los ataques se produjeran con un dispositivo acústico, como han apuntado algunos medios de comunicación, y sigue investigando los sucesos, que comenzaron a registrarse a finales de 2016 cuyo último episodio confirmado tuvo lugar este agosto pasado.

Aunque Washington no tiene constancia de que los ataques afectaran a ningún estadounidense ajeno al personal diplomático, decidió aconsejar a sus ciudadanos que no viajen a Cuba por considerar que no puede garantizar su seguridad allí.

«Los ataques han ocurrido en residencias de diplomáticos de EE UU y hoteles frecuentados por ciudadanos estadounidenses, por lo que quienes viajan por su cuenta a la isla y se alojan en esos edificios podrían peligrar también», según la alerta de viaje.

«Los solicitantes cubanos de visados de no inmigrante podrán hacer sus solicitudes desde otra embajada estadounidense o consulado en el extranjero, mientras que los que tengan preguntas sobre sus visados de inmigrante pueden contactar a la embajada», afirmó a EFE una funcionaria del Departamento de Estado, que pidió el anonimato.

Esas medidas son un golpe para los cubanos que esperaban tramitar sus visados a EE UU, y que no pueden permitirse necesariamente viajar a un tercer país para hacerlo; y también herirán al sector turístico de Cuba, alimentado por los viajes de estadounidenses a la isla.

“Estados Unidos no enviará delegaciones oficiales a Cuba ni programará reuniones bilaterales en Cuba por el momento», explicó a periodistas un alto funcionario del Departamento de Estado.

Las medidas llegan después de que Tillerson amenazara incluso con cerrar la embajada estadounidense en Cuba, a raíz de los incidentes, por considerar que el gobierno cubano no ha garantizado adecuadamente la seguridad de sus diplomáticos en la isla.

El gobierno cubano ha negado toda relación con los ataques, que están investigando también, y los responsables de la pesquisa estadounidense no descartan que un tercer país pueda haber causado los incidentes, según aseguró hoy el citado funcionario al ser preguntado por la hipótesis de que Rusia estuviera implicada.

Pese al evidente efecto que tendrán esas medidas en el deshielo bilateral, Tillerson subrayó que la decisión se ha tomado solo para asegurar la seguridad del personal estadounidense, y que Washington mantendrá sus relaciones diplomáticas con Cuba.

«Nuestro trabajo en Cuba sigue estando guiado por los intereses de seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos. Cuba nos ha dicho que seguirá investigando estos ataques, y seguiremos cooperando con ellos en este esfuerzo», aseguró Tillerson.

La decisión fue tachada de precipitada por el gobierno cubano y aplaudida por algunos dirigentes del exilio cubano en Miami, mientras que el senador republicano Marco Rubio la consideró «débil e inaceptable», por considerar que Washington debería expulsar a diplomáticos cubanos de EE UU en respuesta a los incidentes.

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