El Festival de Jóvenes Directores se llevará a cabo por segundo año consecutivo como parte de una programación especial en el Trasnocho Cultural, donde seis nuevos creadores podrán expresar y demostrar sus destrezas en las tablas desde el próximo 15 de enero hasta el 28 de febrero.
A través del festival se busca resaltar el talento emergente en el área teatral. Más de 30 obras fueron evaluadas por un jurado integrado por Héctor Manrique, Solveig Hoogesteijn, Pilar Arteaga, Douglas Palumbo y Eva Ivangy.
Las seis obras que participarán en esta segunda edición del festival son: Como agua para chocolate, dirigida por Julián Izquierdo; La excepción y la regla, dirigida por María Eugenia Sequera; Los amantes inconstantes, dirigida por Fernando Azpúrua; La escala humana, dirigida por Pedro Borgo; La vida es sueño, dirigida por Jonell Páez y Gorditas, dirigida por Lissy García.
“El Festival de Jóvenes Directores ofrece ese oxígeno que tanto necesita la cartelera donde se exhiben a los nuevos talentos. Las obras prometen mucho”, expresó Douglas Palumbo durante una rueda de prensa.
Solveig Hoogesteijn está convencida de que en estos tiempos las personas necesitan escaparse de la realidad, pero a veces deben confrontarla y oír distintos puntos de vista sobre esa misma realidad. “En la obra de los jóvenes directores yo veo una inquietud que también afecta a lo que Venezuela vive actualmente, que son las relaciones de poder entre un gobierno y un pueblo”, agregó la cineasta.
Los participantes consideran que el festival es una oportunidad para todo aquel que esté iniciando en el ámbito teatral y desconoce cómo proyectarse en el medio. “Desde hace tiempo quería montar la obra, pero dar ese primer paso es muy difícil cuando se está solo y surgen preguntas: ¿Cómo hago para promocionarla?, ¿Quién va a ir a verla?”, explicó Jonell Páez, director de La vida es sueño, quien adaptó la obra de Pedro Calderón de la Barca a una temática indígena.
Por otra parte, la directora de La excepción y la regla hizo una versión contemporánea de la obra escrita por Bertolt Brecht en 1929. “La pieza teatral trata sobre las injusticias y los estereotipos sociales que se han creado a través del tiempo y hacen que nuestra propia condición humana se vea violada”, indicó María Eugenia Sequera.
Aunque no hubo una temática específica para seleccionar las obras concursantes, el subconsciente colectivo se vio reflejado en parte de ellas. Douglas Palumbo explicó que de las 30 obras postuladas, 14 eran elegibles y gran parte de las propuestas hablaban de libertad y de la necesidad de obtenerla.Pero no solo el tema social está expuesto en este festival juvenil.
Como agua para chocolate relata la historia de la desobediencia de Tita, que lo hace todo solo para encontrar el amor. La pieza es una versión libre del director Julián Izquierdo basado en el libro de la mexicana Laura Esquivel. Al finalizar la temporada en el Trasnocho Cultural se elegirán los dos mejores montajes y se abrirá una temporada en la sala “La Viga” del Centro Cultural Chacao durante marzo y abril.
El II Festival de Jóvenes Directores continúa siendo una gran oportunidad para que talentos emergentes se den a conocer en el Trasnocho Cultural, que ha dado puerta abierta a artistas del mundo de las artes escénicas. “Este evento es una oportunidad para el descubrimiento de nuevos talentos y de nuevas puestas de escenas. Estamos viviendo un momento de creación cultural en las artes importantísimo, yo estoy segura de eso”, finalizó Solveig Hoogesteijn.
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