De esos 29.623 venezolanos que, según los datos divulgados el pasado jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), abandonaron Venezuela y se instalaron en España, algo más de la tercera parte -10.298- son de origen español o descendientes de padres españoles residentes en Venezuela.
La cifra de españoles que abandonó la que ha sido su patria de acogida durante décadas desde los años sesenta, no ha dejado de crecer desde la llegada de Nicolás Maduro a la presidencia de Venezuela. Según los datos del INE en el año 2013 retornaron 2.621 españoles. Al año siguiente esa cifra casi se duplicó, ya que fueron 4.780 los retornados. En el 2015 fueron 7.579 que sumados a los 10,298 del año pasado hace que el número de españoles que han huido de la Venezuela de Maduro supere los 25.000. A esta cifra hay que sumar los que haya abandonado la República Bolivariana en los seis primeros meses de este año en los que la situación se ha deteriorado de forma galopante.
Tierra de acogida
La cifra de los venezolanos que han llegado a España es solo un botón de muestra del éxodo forzoso de los ciudadanos de un país que tradicionalmente ha sido tierra de acogida. En los años sesenta abrió sus puertas a los europeos, fundamentalmente españoles, italianos y portugueses, pero también alemanes que llegaron a suponer el 15 % de la población venezolana. El porcentaje de inmigrantes creció en los años setenta y ochenta con la llegada de emigrantes latinoamericanos atraídos por el boom petrolero o que escapaban de conflictos armados como los que se vivían en Perú -Sendero Luminoso- o Colombia -guerrillas varias- que se asentaron en un país, donde además de trabajo había democracia.
Según el sociólogo Tomás Páez, profesor titular de la Universidad Central de Venezuela, autor de La voz de la diáspora venezolana y coordinador del Primer Informe del Observatorio de la Diáspora Venezolana, en la actualidad el número de venezolanos que se ha visto abocado a abandonar su país ronda los dos millones, lo que supone entre el seis y el siete por ciento de la población total.
Cambio de tendencia
El cambio de tendencia migratoria comienza, según Páez, en el año 2.000, al poco tiempo de la llegada de Chávez al poder. Los primeros emigrantes forzosos han sido técnicos de la petrolera estatal PDVSA, como el gallego Juan Fernández, que fueron despedidos masivamente tras su participación en el paro del año 2002. Fueron emigrantes cualificados que no tuvieron problema en encontrar empleo en otros países, ya que según el estudio del profesor Páez más del 90 % son titulados universitarios, una buena parte de ellos con máster y muchos con doctorado y postdoctorado.
El aludido estudio constata que la salida de los venezolanos se ha intensificado en los últimos seis años a consecuencia de la inseguridad jurídica y sobre todo física, ya que en los años de chavismo las muertes violentas ronda el cuarto de millón, más que las registradas en países en guerra como Siria. La inseguridad llega a niveles tales que en el año 2015, Caracas fue la ciudad más violenta del mundo.
Éxodo forzoso
El éxodo venezolano se reparte por más de 90 países. La mayoría se concentra en Estados Unidos -cerca de medio millón- seguido de lejos por España, Italia, Portugal, Colombia, Canadá, Panamá, Francia, Argentina y México. Pero también hay venezolanos en Japón (400). Este éxodo comenzó como un goteo y se está convirtiendo en una fuga masiva que sólo frenada por la falta de disponibilidad de divisas, con una inflación que supera el 700 % y que superará el 2000 % el próximo año, según las previsiones del Fondo Monetario Internacional.
También han emigrado familiares de conocidos personajes del chavismo, huyendo de la inseguridad que no respeta ideologías ni colores políticos. Estos, últimamente han sido objeto deescraches en distintas partes del mundo que circularon profusamente por las redes sociales.
Éxodo del capital
Pero de Venezuela ya no solo escapan las personas, también los capitales, buena parte de ellos en manos de chavistas que han practicado más la robolución que la revolución bolivariana.
En un reciente artículo del diario digital ALnavío se cuenta que la inversión venezolana en servicios financieros y fondos de pensiones en España representó el año pasado 16 millones de euros, que se suman a los 133 millones de 2013 y los 308 millones de 2014.
Las cifras de estos dos años, 2013 y 2014, llevaron a las inversiones venezolanas a liderar el intercambio América Latina-España por dos años consecutivos, según el ranking global de Datainvex, del ministerio español de Economía.
El mismo diario relata que en 2013, año de la llegada de Maduro, el Gobierno de España introdujo una ley que permitió obtener la residencia española a quienes realizaran una inversión: lo llaman coloquialmente los visados oro. Hasta finales de 2016, los venezolanos obtuvieron 54 permisos tras destinar 49 millones de euros a la compra de viviendas. Buena parte de esas inversiones fueron realizadas por los llamados bolichicos -jóvenes boliburgueses que hicieron fortunas con contratos millonarios otorgados por el gobierno venezolano para la realización de obras públicas- que compraron manzanas enteras del señorial barrio madrileño de Salamanca y las han rehabilitado.
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