Hay un elemento simbólico en la presencia de Rouglas Odor al frente de los Caribes de Anzoátegui: más allá de sus capacidades para dirigir convenientemente al equipo, no es el titular. La tribu deberá esperar a noviembre para recibir a su manager Omar López y considerar completo su cuerpo técnico.
Otro tanto ocurre en el terreno de juego. Jugadores importantes, especialmente aquellos con quienes habrá que batallar en la primera mitad del campeonato, van a incorporarse por cuentagotas, obligando que sus sustitutos, algunos de ellos muy jóvenes, deban empinarse sobre su altura actual, para llenar el vacío.
Anzoátegui cuenta con una nómina dotada de buen talento. No es casual que haya sido uno de los grandes animadores de esta década, incluyendo la conquista de dos coronas. Pero para llegar a enero y aspirar a otro título, es necesario sobrevivir primero los tiempos de carestía.
Una prueba está en la inexperiencia inicial de la rotación, con novatos como José Chacín y Oriel Caicedo. Es algo común para todos los clubes, porque algunos importados siempre demoran su fecha de llegada o su puesta a punto. Pero cuanto más pronto estén listos los abridores, más rápido tendrá Odor la garantía de contar con un quinteto estable.
Más importantes pueden ser las ausencias en el lineup. Balbino Fuenmayor decidió tomarse unos días para incorporarse, René Reyes estará en acción poco después y Oswaldo Arcia posiblemente juegue a finales de mes. Con ellos a bordo, el medio de la alineación puede ser particularmente explosivo, especialmente porque Luis Jiménez y el dominicano Denis Phips estarán allí con ellos, formando una hilera de zurdo-derecho-zurdo-derecho con poder y capacidad bien probada en esta liga.
Ese día, cuando los cinco estén simultáneamente a disposición de Odor y López, los orientales serán uno de los conjuntos más temibles del circuito, a la espera de lo que pueda hacer Mike Crouse, que trae sólidos números y también puede llevar lejos la pelota. Para entonces, además, es muy probable que Balita Ortega pase a ocupar un puesto en los jardines.
Se trata de un elenco que puede ser muy dinámico, porque tiene buenos corredores y jugadores atléticos, como Ehire Adrianza y eventualmente Alexi Amarista. Y esa cuenta no incluye a Gorkys Hernández, quien acaba de ser operado en una de sus manos y puede terminar uniéndose a Omar Infante y Hernán Iribarren, otros dos candidatos a la ausencia.
Esta es una divisa con un perfil realmente competitivo, que tendrá al grandeliga Tomás Telis como catcher —otro bate de temer— y que no renuncia a contar, al menos durante un rato, con el estelar campocorto Orlando Arcia.
Mientras llega ese momento, mientras Telis se pone los aperos que debe usar el joven receptor Erick Castillo y el día a día se convierte en un desfile de guerreros con experiencia, hay que mantenerse en la pelea para cuando llegue el momento de rematar en la recta final de diciembre. Y eso incluye otros asuntos que atender, luego de que el cerrador Pedro Rodríguez haya preferido quedarse en México y Cody Hall terminara yéndose a Maracaibo, lo que pondrá presión sobre un bullpen que ahora depende de veteranos del Caribe para cada cierre.
Odor tiene enfrente un rompecabezas. Cuídense de los Caribes si puede entregárselo a López ya armado.
@IgnacioSerrano
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