Leopoldo López Gil celebró el domingo su elección como diputado al Parlamento Europeo por el Partido Popular español. Atribuye este triunfo a lo que ha sido su trabajo desde que llegó a España huyendo del régimen chavista que ha perseguido a su familia. Sus raíces latinoamericanas no dejan de estar presentes y lo vivido en su país de origen, Venezuela, tampoco.
Es por esta razón por la que las elecciones del Parlamento Europeo tienen significación directa para Venezuela como nunca antes. Latinoamérica ha estado presente en esta instancia del bloque, pues existe incluso una fracción que se identifica como Eurolat. Este grupo de eurodiputados se ha encargado de poner en agenda muchos de los problemas que aquejan a la región de la que provienen. De allí que al preguntarle cuál será la bandera que defenderá en esta instancia parlamentaria europea, López Gil no duda en responder: la defensa de los derechos humanos.
—El Parlamento Europeo trabaja repartido en diferentes comisiones, de Finanzas, de Política, Electorales, etc., pero sin duda alguna yo estaré en la que tiene que ver con derechos humanos. Esa fue mi bandera durante los días de campaña, no solo por los casos que se han presentado en Venezuela, sino por otros países que necesitan apoyo para la defensa de sus derechos, como Cuba, como Nicaragua. Para mí es muy importante, por ejemplo, la libertad de expresión, y he tratado de defenderla incluso siendo parte de la directiva de El Nacional.
—Por supuesto que esta lucha está inspirada en su hijo, Leopoldo López, preso político del régimen chavista
—Claro que para mí Leopoldo es fuente de inspiración. Estoy muy orgulloso de él, respeto sus ideales y su lucha. Así como él pelea por la libertad, creo que todos los países merecen tenerla.
Leopoldo López Mendoza es uno de los dirigentes opositores que se ha enfrentado al régimen actual en Venezuela. Encabeza el partido político Voluntad Popular y estuvo preso desde 2014. Desde el 30 de abril está en calidad de huésped en la residencia del embajador de España en Venezuela, luego de huir del arresto domiciliario al que lo tenían confinado.
—¿Qué significa para los venezolanos tener una voz en el Parlamento Europeo?
—Yo quiero que los venezolanos sepan que desde que me vine he estado luchando por hacer visibles todos los desmanes del régimen, todo lo que han hecho sufrir a nuestro pueblo. Pero además, un tema que siempre me ha interesado mucho es el de la migración. Yo creo que, así como en algún momento Europa le prestó apoyo a los miles de colombianos que huían desplazados por las guerrillas, en esa misma condición o peor están los venezolanos, que no tienen alimentos, ni medicinas, ni seguridad, ni libertad. Es mi opinión que muchos de los venezolanos que han venido hacia esta parte del mundo deberían gozar de un estatus de refugiados o asilados. Ecuador obtuvo un buen acuerdo migratorio, por ejemplo, gracias al trabajo de muchos eurodiputados y creo que yo podría contribuir con eso.
Uno de los papeles del Parlamento Europeo es la asistencia en la preparación de elecciones en diferentes partes del mundo. Han asistido como observadores internacionales en procesos electorales en varios países de Latinoamérica. López Gil reconoce esta labor y se muestra optimista al hablar de la posibilidad cierta de que en Venezuela pronto se organicen comicios libres y democráticos, pero admite que no podría ser parte de los delegados ni involucrarse, pues no podría ser objetivo.
—Por supuesto apoyaré e impulsaré la colaboración del Parlamento Europeo para cuando sea necesario, porque sé que estamos en un proceso irreversible. Venezuela pronto saldrá de este régimen dirigido por imbéciles que no han hecho otra cosa que destruir al país.
—Ya que usted ve como irreversible el proceso de cambio, ¿su presencia en esta instancia parlamentaria del bloque podrá servir con el objetivo de presentar a Venezuela como un país para invertir una vez que se instaure un nuevo gobierno?
—Por supuesto que las inversiones tienen mucho que ver con el marco legal que se les dé, las garantías que se les ofrezcan a los inversionistas. Pero claro que trabajaré para ello, es más, lo he hecho desde que llegué a España. No es posible que Venezuela en este momento no tenga ni gasolina y que esté produciendo menos petróleo que Colombia o Ecuador. Cuando Chávez llegó al poder estábamos en casi 4 millones de barriles diarios con la certera posibilidad de aumentar a 6 millones en un lapso de 5 años. Chávez y Maduro destruyeron nuestra principal industria. Ahora no solo es que no hay alimentos, no hay medicinas, no hay seguridad, pero tampoco tenemos gasolina, el país con una de las mayores reservas de crudo del planeta. Estoy seguro de que los inversionistas querrán ir si se les ofrecen los respaldos pertinentes. He leído con detenimiento el Plan País que Juan Guaidó le ha presentado a todos los sectores y sé que con ese proyecto podremos poner en marcha otra vez a Venezuela.
—En ese nuevo horizonte, cuando se organicen elecciones libres, ¿usted ve a su hijo Leopoldo como candidato presidencial?
—Yo veo a mi hijo Leopoldo libre. Eso es lo que quiero para él como padre. Su lucha ha sido muy fuerte, sus ideales también lo son. Lo he apoyado en todo porque estoy muy orgulloso de él. Ahora, si es lo que el pueblo quiere y lo que él quiere, pues que sea candidato. Yo lo que quiero para él y para toda Venezuela es la libertad. Y lo vamos a lograr.
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