En Viena, a pocas cuadras del Prater y su famosísima rueda, vivió entre 1863 y 1870 Johann Strauss hijo, el rey del vals y el más célebre de la dinastía de compositores austríacos. El apartamento se encuentra sobre la Praterstrasse 54, un bulevar de un kilómetro de largo apreciado por los vieneses por sus cafés y locales innovadores.
En la época del compositor era una elegante calle de la Viena suburbana. Fue en estas habitaciones donde Strauss compuso, en 1867, el Danubio Azul, para entonces ya era director musical del Baile de la Corte.
Aquí vivió con su esposa la mezzosoprano Hetty Treffz. En el apartamento se exhiben los instrumentos de Strauss, muebles y pinturas que trazan un panorama de su obra, pero también de su vida privada.
Pero no es el único músico que se asentó en Viena.
Las casas del genio. La Mozart Geburthaus, casa natal de Wolfgang Amadeus Mozart, es uno de los hitos de la visita a Salzburgo. Pero también en Viena existe una Mozarthaus (Domgasse 5), donde el compositor vivió entre 1784 y 1787.
Allí compuso Las Bodas de Fígaro y otras obras clave. El museo abrió en 2006, cuando se celebraron los 250 años del nacimiento del autor, y tiene varios programas especiales para niños y adolescentes, incluida una audioguía ideada para ellos.
El complejo abarca cuatro pisos, de los cuales el departamento de Mozart es la parte central. Entre sus joyas la Mozarthaus alberga un reloj musical de fines del siglo XVIII que toca varias versiones del Andante para cilindro en órgano pequeño, que se cree que Mozart compuso para este reloj.
Tres viviendas. Gran capital musical de su tiempo, Viena también atrajo durante décadas a Ludwig van Beethoven. El primer viaje del compositor alemán a la entonces capital imperial fue cuando tenía 17 años de edad, para estudiar con Mozart, pero tuvo que devolverse debido a los quebrantos de salud de su madre. Cinco años después regresaría, esta vez como alumno de Haydn, para quedarse 35 años hasta su fallecimiento en 1827.
La más céntrica de las tres casas donde vivió, que se conservan en su estado original, es la Pasqualatihaus (Mölker Bastei 8), donde residió –aunque de manera intermitente– entre 1804 y 1815, trabajando en obras como Para Elisa, Fidelio o la Quinta Sinfonía. El trío de casas vienesas de Beethoven se completa con la de Heiligenstadt y la Beethoven Eroicahaus, en el barrio de Oberdöbling, entonces una zona rodeada de campos y viñedos donde compuso gran parte de la Sinfonía Heroica. En su sitio web (www.wien.info), la oficina turística de Viena ofrece un itinerario a pie por numerosos lugares vinculados con Beethoven.
La natal y la última. En la casa 54 de la Nussdorfer Strasse nació Franz Schubert en 1797, cuando el lugar albergaba 16 familias en sendos cuartos con cocina. Se encontraba en el entonces suburbio de Himmelpfortgrund, donde el músico pasó los años de su primera infancia.
Hoy se le dedican a Schubert la mayoría de las salas, con amplia documentación sobre su vida, sus amigos y su carrera musical: entre partituras y retratos, sobresale para la emoción de los visitantes el par de anteojos de níquel que le pertenecieron y que se convirtieron en uno de sus emblemas: según se cuenta, solía dormir con ellos puestos para poder anotar sus ideas musicales apenas despertaba.
El otro extremo de la vida de Schubert puede conocerse en una segunda casa, la Schubert Sterbewohnung (Kettenbrückengasse 6), cerca del Naschmarkt, donde pasó sus últimas semanas y murió.
Tal como entonces. Joseph Haydn se mudó a la vivienda en Haydngasse 19 a los 65 años de edad, en 1797, y allí falleció en 1809. Se lo recuerda con una muestra permanente que se enfoca en los últimos años de su vida y el marco político y social de su tiempo. También el jardín fue reconstruido, siguiendo planos históricos, y por primera vez es accesible a los visitantes.
En la planta baja hay imágenes de Viena y Londres –donde también vivió Haydn varios años– en torno a 1800, para ingresar luego a la casa del músico en el primer piso. Allí compuso alguna de sus obras principales de la vejez.
Esta casa, así como las de Strauss, Beethoven, Mozart y Schubert, tienen la entrada incluida para quienes se muevan con una ViennaPass, una tarjeta de visita por uno, dos, tres o seis días que permite entrar a los principales museos y monumentos, además de subir a los buses turísticos.
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