En entrevista con La Mesa de los Galanes de DelSol 99.5 dijo que cuando ingresó como participante a Masterchef «no pensaba en ganar, pensaba en dar lo mejor en cada prueba».
«El primer día entro a la cocina y es lo mismo de la tele, estoy en lo que he visto hace siete años, los Masterchef de Australia, los de España, Estados Unidos, y para mí era como estar en el País de las Maravillas, como un niño en Disney, con todo a tu disposición para cocinar, con todo el equipamiento, la verdad que fue emocionante», señaló.
No conocer la cocina uruguaya «era uno de mis miedos, era un punto débil para mí», pero el día que tocó hacer comida netamente uruguaya -imitando una pamplona de Nilson Viazzo, ganador del primer Masterchef-, fue ella quien obtuvo el mejor plato.
¿Por qué Uruguay?
María Gracia Sosa nació en Valencia, del estado de Carabobo. Su padre era de Mérida y su madre de Trujillo. «Me crié en Barinas. Estudié hasta Bachillerato y volví a Valencia a estudiar a la Universidad de Carabobo, estudié Medicina y me recibí. Empecé a trabajar como médico en la Cruz Roja Venezolana. Empecé la especialidad de cirugía general pero tuve que dejarlo y tomar la decisión de salir, y ahí es donde viene Uruguay», contó.
Cuando llegó al país se sorprendió por una pregunta que le repetía mucha gente: «¿Qué hacés acá? ¿Por qué Uruguay?». Su respuesta fue que «es el país con menos muertes violentas de Latinoamérica, muy seguro, con una calidad de vida bastante buena dentro de Latinoamérica, pequeño, que es algo que me encanta, tranquilo, que es lo que más ansiaba».
«La gente es muy tranquila, apacible, cálida. Desde que vine me he dado cuenta cada vez más de que fue la decisión correcta, no me arrepiento de haber elegido Uruguay y me siento más feliz, y conociendo el interior, más aún», destacó.
«Desde el día 1 me han hecho sentir como en casa. He hecho de Uruguay mi hogar, estoy construyendo mi vida. El primer año fue difícil, hice la reválida de médico y trabajé en una tienda de cajera», contó.
El primer año de adaptación «fue duro» porque «se siente soledad». Además le impactó mucho el frío del invierno. «Viví en cuatro residencias de estudiantes, donde conocí gente de todas partes del mundo, fue una experiencia inesperada», valoró.
María Gracia trabaja actualmente en la emergencia de una mutualista durante la noche.
Salir de Venezuela
Su decisión de emigrar «fue por la situación país de inseguridad» de Venezuela.
«Pasé por situaciones difíciles, fui secuestrada en Venezuela una noche. Es una modalidad de secuestro, el secuestro exprés. Gracias a Dios no me pasó nada físico ni nada, pero es un momento que te hace caer en la realidad y que dices ‘no puedo vivir esta manera’, con constante miedo», dijo.
Otra razón fue la escasez de alimentos. «Vas al súper y no podés comprar un litro de leche porque no hay», señaló.
«En los hospitales, que eran mi lugar de trabajo, la situación está muy dura, no hay nada de insumos, es impresionante. Los médicos en muchos casos teníamos que comprar hasta los guantes para trabajar», contó.
Su objetivo al mudarse a Uruguay fue encontrar «un futuro mejor» para su madre, quien llegó al país hace ocho meses.
«Venezuela siempre va a estar ahí, es mi origen, es mi tierra, pero Uruguay es mi hogar», dijo.
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