La crisis que se vive en Venezuela ha obligado a muchos a recurrir a métodos no convencionales de supervivencia. En el estado Zulia las personas tratan de subsistir cazando animales y talando árboles en el Parque Nacional Sierra de Perijá. Argumentan que la crisis económica ha causado el colapso en la productividad agrícola, en el transporte público y en el sector comercial.
Pese a que las leyes venezolanas establecen sanciones para quienes cometen ecocidio, afectan la fauna y la flora y ocasionan desequilibrios medioambientales, pareciera que no existe respeto por el entorno natural y por otros seres vivos.
“Entre las especies afectados tenemos el oso frontino, un animal que ocupa espacios en la Sierra de Perijá. La cacería furtiva, la destrucción y la fragmentación de su hábitat son las causas de la disminución de las poblaciones de esta especie”, alertó Pedro Gutiérrez, ex director y guardaparques del Parque Nacional Sierra de Perijá.
Señaló que actualmente los habitantes de este municipio fronterizo cazan por el beneficio lucrativo que esto les genera y que sirve a su susbistencia: “Orientan la cacería a algunas especies de aves como guacamayas, tucanes y loros, que son extraídos y llevados a mercados internacionales porque son pagados en dólares o pesos colombianos”.
Detalló que la tala de árboles representa para los residentes de la zona un negocio lucrativo, pues se hace sin los controles previos que establece el ministerio con competencia en materia ambiental.
Aseguró que esta tala indiscriminada ha llevado a la afectación de algunos espacios de la Sierra de Perijá.
Con información de Radio Fe y Alegría
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