La NBA regresa este jueves por sexto año consecutivo a Londres con la disputa del encuentro de temporada regular entre dos de los equipos más apasionantes de la liga: los todopoderosos Boston Celtics y los ‘imberbes’ Philadelphia 76ers.
Los Celtics de Kyrie Irving, Al Horford, Jaylen Brown, Jayson Tatum y compañía, que en el pabellón O2 Arena de la capital británica disputarán su segundo partido de fase regular fuera de Estados Unidos tras el jugado en 2015 en México, llegan al duelo con el segundo mejor récord de la liga (33-10) y tras encadenar seis victorias.
El conjunto de Brad Stevens marcha en primera posición en la Conferencia Este y, pese a la conocida ausencia de Gordon Hayward, parte como claro favorito para llevarse el triunfo ante unos Sixers a los que ya han derrotado en sus dos enfrentamientos previos esta temporada: 92-102 en el Wells Fargo Center de Filadelfia, en octubre; y 108-97, en el TD Garden de Boston, a finales de noviembre.
«Gracias a la NBA he podido entrenar en Madrid y en Milán, viajar a Johannesburgo y ahora venir a Londres. Sin el baloncesto no podría hacer nada de esto», expresó Stevens, que destacó también la importancia de los jugadores foráneos en la liga estadounidense.
«Tenemos un jugador de la República Dominicana, otro de Alemania, otro de Australia, un francés, uno que nació en Egipto… Es muy especial estar rodeado de gente de todas partes del mundo y trabajar hacia un objetivo común», prosiguió el ‘coach’.
Por su parte, los jóvenes Sixers, liderados por el pívot Joel Embiid, el alero Ben Simmons y el ala-pívot Dario Saric, son novenos en la Conferencia Este, un puesto por debajo de los ‘play-off’, y se plantan en Londres en uno de sus mejores momentos del curso, tras ganar su últimos cuatro partidos: Nuggets (102-107), Suns (110-123), Spurs (112-106) y Pistons (114-78).
«Todavía estoy sintiendo un poco el desfase horario, pero tengo tiempo para recuperarme. Es emocionante estar aquí y va a ser muy divertido. Pero queremos ganar, y para eso estamos aquí», señaló un confiado Simmons.
El conjunto de Brett Brown sigue viendo como el famoso ‘Proceso’ (‘The Process’) que se inició con Embiid va dando sus frutos pese a no haber podido contar durante gran parte de la temporada con el base Markelle Fultz, número uno del último ‘draft’.
«Es una grandísima oportunidad para promocionar el baloncesto fuera de Estados Unidos y, para mí, es muy especial porque soy un jugador extranjero y creo que la gente se siente más identificada conmigo aquí», aseguró Embiid.
El colosal pabellón O2 Arena, que ha vuelto a colgar el cartel de no hay entradas -se vendieron las 18.689 entradas en menos de una hora-, volverá a reunir en las primeras filas a decenas de celebridades, que se acercarán a orillas del río Támesis a disfrutar del mejor baloncesto del mundo.
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