Pacientes renales del estado Lara temen por sus vidas por no recibir tratamiento ante la falta de repuestos de las máquinas dializadoras, informó El Impulso.
“Hemos insistido en que nuestra enfermedad no es socialista ni capitalista, es crónica. Si no hay harina para las arepas se buscan alternativas, pero si no hay diálisis nos morimos, así de sencillo”, dijo Daniel Colmenares, paciente y dirigente de enfermos crónicos en la entidad.
Explicó que el IVSS había adquirido alrededor de 2.000 dializadoras de una empresa que se comprometió a garantizar los repuestos. La compañía se fue del país y las máquinas quedaron abandonadas por no haber posibilidad de repararlas.
La mayor parte de los aparatos existentes en las unidades de diálisis, dependientes del IVSS, están inactivas.
“Nuestra situación es de gravedad, al punto de que últimamente se han registrado siete muertes por falta de tratamiento y 35 trasplantados han tenido que volver a dializarse porque no hay medicamentos para evitar el rechazo a los órganos recibidos”, denunció.
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