Maduro, tú jamás me ganarías unas elecciones, pero quieres que esta elección presidencial se lleve a cabo en menos de 60 días, y mientras tienes el control del Estado, y toda la disposición de aviones, helicópteros y yates de todos los organismos públicos, así como cualquier cantidad de vehículos entre ellos autobuses que dices son “propiedad del pueblo”, sin restricciones de combustibles, lubricantes, cauchos, baterías o autopartes para transportar a toda tu claque en cada estado, pretendes que yo me presente como candidato(a), y sin tener tus ventajas de movilización. ¿Piensas que sería posible recorrer toda la geografía nacional en semejante cantidad de días, sin obviar que tus esbirros militares, policiales o “colectivos”, estarán en cada carretera o espacio urbano intentando sabotear mis presentaciones con la impunidad de las autoridades electorales y jurídicas?
Maduro, tú jamás me ganarías unas elecciones, pero pretendes que me someta a un “reglamento” de publicidad política televisada o radial, donde el mal llamado “Consejo Nacional Electoral” (CNE) dirá que tengo menos de 10 minutos por día para emitir mensajes al electorado, mientras tú no solo es que tienes esa publicidad disponible las 24 horas del día bajo el disfraz seudoinformativo de “obra de gobierno”, sino que además tienes a tu disposición medios públicos y emisoras comunitarias que solo hablan de las prebendas que entregas como gobierno, y en especial desde el principal canal del Estado, es decir, Venezolana de Televisión, que solo presenta a cada momento “invitados” convertidos en cuales platelmintos políticos, quienes jamás mencionan que tenemos hiperinflación, niños o ancianos comiendo en la basura, pacientes que mueren sin medicamentos o sin ser dializados, corrupción administrativa o una feroz delincuencia. O sea, una “campaña mediática” tan “justa”, que además de seguro cuando estén los pocos medios privados transmitiendo algunos de mis eventos electorales, no faltarán tus acostumbradas cadenas presidenciales.
Maduro, tú jamás me ganarías unas elecciones, pero quieres decidir la cantidad de personas que podrán acudir a esa votación, quitando el derecho al sufragio sobre unos 4 millones de venezolanos que han emigrado del país debido a las nefastas políticas de tu gobierno, para quienes, no tengo dudas, el CNE dirá que “no existe el tiempo” para su actualización de registro electoral, razón por la cual saldrá a relucir entre tus zascandiles aquella infame morfo-semántica del desaparecido Willian Lara, en el sentido que esos venezolanos quedan “autoexcluidos” del proceso.
Maduro, tú jamás me ganarías unas elecciones porque solo bastaría que visitarás un hospital en todo su contexto (no esas pantomimas de tus intervenciones), incluyendo los de dependencia militar, para que veas la cruda realidad que confrontan los venezolanos, cuando no solo es que no hay medicamentos, sino que ni siquiera existen los materiales ni insumos para tratamientos médicos, exámenes de laboratorio, pruebas de radiodiagnóstico, o intervenciones quirúrgicas ¡Claro! El CNE ni tus esbirros del mal llamado Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) jamás me permitirían visitar cualquiera de los centros asistenciales del país, y menos aparecerme en ellos con donativos para los niños, adultos, ancianos, hombres o mujeres que tengan necesidades farmacológicas para superar sus dolencias o problemas de salud.
Maduro, tú jamás me ganarías unas elecciones, porque nunca visitarás la mayoría de las escuelas y liceos del país, convertidos en letrinas en todas sus infraestructuras, con “instalaciones” sanitarias y eléctricas colapsadas. Planteles que no reciben el programa de alimentación escolar, sin materiales pedagógicos, sin puertas ni ventanas, y ni siquiera con pupitres. Es más, hasta las llamadas “canaimitas” o “tabletas” que tanto te has jactado de “entregar”, y que fueron compradas en su totalidad por Hugo Chávez, hoy se han convertido en un medio de supervivencia de los estudiantes o sus familias que las venden para llevar aunque sea un bocado de comida a sus casas, mientras tú hablas paja sobre “conucos escolares”. Por supuesto, tampoco el CNE o tus tribunales me permitirán que visite esas instituciones, porque mientras tu mal llamado movimiento “Somos” hace cualquier politiquería en lo que queda de esos “institutos”, lo cierto es que no te conviene que de viva voz, los estudiantes te reclamen todas las deficiencias que atraviesan, o también te recuerden que se están desmayando del hambre. ¿O ya se te olvidó, Nicolás?
Maduro, tú jamás me ganarías unas elecciones, porque hay que ser un ciudadano de a pie para querer a Venezuela y conocer hasta el último rincón de esta tierra. Habría que preguntarte si alguna vez durante estos seis años de desastre político, económico y social que hemos vivido los venezolanos bajo tu mandato ¿has visitado al pueblo acogedor de San Pedro del Río en el Táchira? ¿Has conocido a nuestra gente de Coche en Nueva Esparta? ¿Lograste descubrir a los agricultores de Calabozo en Guárico? ¿Palpaste a nuestros indígenas kariña al sur de Anzoátegui? ¿Sentiste el amor llanero en una Semana Santa en Achaguas? O simplemente allí mismo en Caracas, llegaste a dar una vueltica hasta La Rinconada para presenciar el clásico Presidente de la República, que año tras año se corre en tu nombre, pero que jamás has entregado una copa, so pretexto de que esa es una actividad “burguesa”, cuando el pueblo disfruta su hipismo como parte de su cultura. Al final es lo mismo. No tienes pruebas de haber estado en esos lugares, porque ese pueblo para el cual dices “trabajar” lo desprecias en todos sus espacios sociales y de vida.
Maduro, tú jamás me ganarías unas elecciones, cuyas condiciones se ajusten a lo que debe ser una auténtica elección presidencial, en donde se respeten los lapsos electorales, y en la cual no utilicen los recursos del “Estado” como si fueran parte de los recursos de tus partidos políticos. Aun así, sabes que con todo ese ventajismo, perderías de calle la elección presidencial, si esta se realiza en el último trimestre de 2018, porque has destrozado a Venezuela, y solo intentas salvarte del naufragio político que, aunque hagas lo que hagas, no podrás evitarlo, a pesar de que lleven a cabo un proceso electoral fraudulento.
Maduro, tú jamás me ganarías unas elecciones, esa es la afirmación que te haría cualquier venezolano(a) honesto(a) con credibilidad, y suficiente visión de unir a un país sin sectarismos, sin prepotencia, sin soberbia, y mostrándoles a todos los venezolanos en lo que has convertido la patria del Libertador. Verbigracia, que todos los electores, incluyendo quienes aún te apoyan, puedan ver un país que hoy agoniza sin oportunidades y envuelto en un férreo gobierno neototalitario, del cual tú eres el principal protagonista.
Maduro, tú jamás ganarías unas elecciones en las cuales el pueblo se pueda expresar con libertad democrática y sin coacciones de carácter político y social. En síntesis, te reto a que se hagan las elecciones en el contexto electoral, y de fecha en que Hugo Chávez fue candidato en 1998, 2006 y 2012. ¿O acaso el madurismo tiene miedo al pueblo? A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
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