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Denuncia contra Diocleciano

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La Gran Persecución. Así llaman los historiadores la persecución desatada por Diocleciano contra la Iglesia y los cristianos, entre los años 303 y 313 d.C. Se calcula que durante su gobierno los cristianos alcanzaron a ser de 6 a 7 millones. El imperio estaba en aprietos por la presión de los bárbaros. Este emperador lanzó la Gran Persecución (303 d.C). Se ordenó que las iglesias y los libros sagrados de los cristianos se destruyeran por completo. A esto se debe la pérdida de los archivos y bibliotecas de la Iglesia. Después, se mandó a encarcelar a todos los jefes cristianos. Por último, se ordenó que todos deben ofrecer sacrificios a los dioses.

Número de víctimas: es difícil dar un número de víctimas. El historiador inglés del siglo XVIII Edward Gibbon arroja un máximo de 2.000 víctimas cristianas durante la Gran Persecución (303-313) y supone un estimado total de 4.000. Hoy día los historiadores más solventes suponen unas cifras de algunos miles (seguramente menos de 10.000) en todo el período.

El 13 de enero de 2017 la Asociación Puertas Abiertas publicó, en el diario La Nación de Buenos Aires, con la firma de Emilio Cárdenas, los hechos que tienen que ver con lo sucedido el año anterior con las incesantes persecuciones desatadas contra los cristianos Hablamos de la persecución religiosa más intensa de todas las distintas persecuciones que hoy existen. Del pisoteo, entonces, de una de las libertades esenciales del ser humano: la libertad de conciencia.[1]

Lamentablemente hay, entre los 50 países del mundo en los que las persecuciones contra los cristianos fueron las más intensas el año pasado, dos países latinoamericanos: esto es México y Colombia, que ocupan los lugares 41° y 50°, respectivamente de esa sórdida lista. A ellos suman, en un informe especial de este año, al gobierno de Venezuela.

El presidente de la República, Nicolás Maduro se pronunció sobre el polémico sermón ofrecido por el monseñor Víctor Hugo Basabe, obispo de San Felipe, durante la misa de bienvenida de la Divina Pastora a Barquisimeto. Durante la presentación de la memoria y cuenta ante la asamblea nacional constituyente, el primer mandatario nacional señaló que se trata de un grupo de la Iglesia Católica que está lleno de “maldad, de veneno, de odio”. Y aseguró: “A esta gente nadie los escucha, nos llamaron ‘peste’, nadie cree en estos diablos con sotana, nosotros amamos al Dios creador, amamos a la Divina Pastora”.[2] También aseguró que, con estas declaraciones, los máximos representantes de la Iglesia quieren “generar enfrentamientos entre los venezolanos, violencia, muerte, exclusión, persecución, como sucedió durante la guarimba”.

En su discurso, repleto de las palabras más soeces de que dispone el vocabulario nacional, se refirió a los incidentes acaecidos en la procesión de la Divina Pastora, cuando la gobernadora de Lara, Carmen Meléndez, y los militares que estaban en una tarima fueron desalojados por la feligresía. En una evidencia más del control que ejerce sobre poderes genuflexos, llamó a la Fiscalía, a la Contraloría y al TSJ a “revisar las homilías” del arzobispo de Barquisimeto, monseñor Antonio López Castillo, y del obispo de San Felipe, Víctor Hugo Basabe, que celebraron misas durante la procesión de la Divina Pastora en la capital del estado Lara, para “verificar si cayeron en delitos de odio”. Este es el “delito” de los prelados López Castillo y Basabe: clamar por el fin del hambre y la corrupción.

Cuando el presidente venezolano se adentra en temas religiosos es cuando más se nota su delirante ignorancia. Tampoco disimula su poco conocimiento del Derecho: claramente pide investigar condenando de antemano. Además, esta acción es ilegal debido a que, de acuerdo con la Constitución, es competencia del Parlamento ejercer contraloría sobre el Poder Ejecutivo.

Una nota en El Nacional Web, del 15 de enero, informó que el presidente Nicolás Maduro ordenó la investigación al monseñor López Castillo y al obispo  Basabe, de la Diócesis de San Felipe, en el estado Lara, por supuestos delitos de odio. El primer mandatario se refirió a las palabras de Basabe, quien, durante la homilía de la Divina Pastora en Barquisimeto, calificó a las personas afectas al oficialismo de “peste”. Dando paso a su pulsión de represalias, instó al fiscal general, al defensor del pueblo y al procurador de la República a “revisar” sí las palabras emitidas por el obispo de San Felipe corresponden a “verdaderos delitos de odio que pretenden generar enfrentamientos, violencia, muerte., exclusión, persecución…”.[3]

Recordemos que el 14 de enero de 2017, en la homilía en Santa Rosa, Día de la Divina Pastora, una fiesta religiosa multitudinaria, el arzobispo Castillo dijo: “Yo, como pastor, siento un dolor muy grande porque ustedes no tienen comida ni medicina; porque se mueren niños y ancianos por falta de medicamentos… La mayoría de nuestro pueblo no creemos en el comunismo socialista fracasado que ha llevado al país a la miseria…yo no callaré jamás, hablaré siempre por el bien común del pueblo. Debemos respetar la Constitución para que no sea parcializada como muchas veces se hace”, dijo el prelado durante la homilía en Santa Rosa.

Y este año, el arzobispo López Castillo, doctor en Teología y Filosofía, durante esa misma festividad religiosa, dirigió unas palabras por Venezuela durante la eucaristía, y enfatizó que el pueblo de Venezuela clama por comida y medicinas, petición que hizo a la Patrona de Almas, como también se le conoce a la virgen. Grupos de personas obsequian mandarina a los caminantes, quienes se aglomeran alrededor del camión de mandarinas. En ese punto, monseñor López Castillo repitió la petición, a viva voz: “¡Queremos comida! ¡Abajo los corruptos!”, palabras que fueron aplaudidas por los presentes y fueron cortadas por las televisoras regionales.

 La GN y milicianos reprimieron la procesión en el cruce de la avenida Morán con Venezuela, pero cuando llegaron los milicianos y funcionarios de la Guardia Nacional, los presentes en la procesión empezaron a lanzarles conchas de naranjas y potes de agua. Los militares se retiraron del lugar. El gobierno nacional ha rechazado las declaraciones; sin embargo, la Conferencia Episcopal Venezolana ha conservado sus palabras. Por ello aquí el mensaje integro de la homilía de monseñor Basabe.[4]

Indicó el obispo: “Dentro de las múltiples acepciones del vocablo iglesia, quizás la más significativa es la de congregación de cristianos que estamos unidos por el bautismo. La procesión entonces también constituye Iglesia, porque a ella concurrimos los cristianos en asamblea, para expresar y fortalecer la fe”. Y denunció la búsqueda de comida, el deterioro extremo de la salud pública, la alta desnutrición de los niños y la ideologización en la educación. Corresponde a las autoridades civiles del Estado ejercer su poder efímero, limitado y subordinado al pueblo de Venezuela, para buscar las soluciones pertinentes y luego rendirnos cuentas, aquí en la Tierra. Corresponderá al Supremo Creador decidir si los invita o no al Banquete Eterno.[5]

“El gobierno reacciona porque hemos tocado conciencias”, señaló y agregó: “Ratifico lo dicho y me da mucha tristeza que el presidente mienta tan olímpicamente delante de todo un pueblo y diga cosas que no dijimos. En mi homilía no hubo incitación al odio ni a la confrontación, ni a una guerra civil. El gobierno reacciona porque hemos tocado conciencias; los obispos estamos llamados a hacer forjadores de paz y generar esperanza lo cual implica denunciar la injusticia, y no nos dejamos ganar por el miedo ni tapamos la mentira. Llamamos al pueblo y pedimos a la Divina Pastora ayudarnos a combatir la peste de la indiferencia. Estamos tranquilos: la verdad es de los valientes y el culillo es gratis”.

El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor José Luis Azuaje, afirmó que las homilías que causaron escozor en el gobierno están apegadas a la doctrina teológica y se amoldan a la pastoral social de la Iglesia. Argumentó que el problema es que el gobierno, a través de la ANC, no acepta las críticas y reflexiones que pueda hacer el pueblo a las cosas que no funcionan. “La Ley contra el odio es para los ciudadanos que no están de acuerdo con lo que sucede en el país, es violatoria de los derechos humanos. En un país donde casi nada funciona, ¿por qué tenemos que callarnos? Hay que hablar en función de las correcciones y de rectificar las políticas erradas derivadas del modelo económico y político”.

El primer vicepresidente de la CEV, monseñor Mario Moronta, consideró que las amenazas de Maduro son una afrenta contra todo el Episcopado y la Iglesia. Dijo que las homilías fueron del conocimiento público y, por tanto, no hay nada que investigar. Y concluyó: “No van a encontrar en ningún momento ningún llamamiento al odio, ninguna invitación a la violencia, como en efecto sí lo podemos ver en muchas de las expresiones que incluso ayer se dijeron”. Los obispos afirmaron que el pueblo rechaza los hechos en los que murieron el comisario Oscar Pérez y otros críticos del gobierno. El presidente de la CEV dijo que recaban información de las organizaciones de derechos humanos: “Hay mucho dolor y familias involucradas”.

En un comunicado emitido el 16 de enero en la tarde por la presidencia de la CEV, la Iglesia rechazó las amenazas contra los obispos López Castillo y Basabe. Denunciaron que Maduro tergiversó el mensaje de monseñor Basabe “con el objetivo de hacer ver que los obispos incurren en delitos. La verdad de lo que sucede en el país ha quedado evidenciado en las homilías pronunciadas ese día. El aval de esto lo han confirmado los miles de feligreses presentes en la misa en la avenida Venezuela que, con sus gestos, certificaban lo que escuchaban”. La CEV indicó que los obispos señalados por Maduro cuentan con el respaldo de toda la Iglesia que peregrina en Venezuela “ante cualquier acción que ponga en peligro su integridad de vida y su libertad de pensamiento y de acción”.[6]

Dijo Aristóteles: “Si no quieres estar en política, en el ágora, y prefieres quedarte en tu vida privada, luego no te quejes si los bandidos te gobiernan”. Este es el resultado de la actitud conformista y resignada, de quienes quieren vivir de las dádivas, regalos y el subsidio de gobierno, anzuelo para capturar voluntades y el voto popular.

Aprópiate del lema de Juan Pablo II en su segunda visita a Venezuela: ¡Despierta y reacciona, es el momento!

[1] Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1977128-incesante-persecucion-a-los-cristianos-en-el-mundo

[2 ]Léalo en: http://www.elimpulso.com/featured/maduro-discurso-monsenor-basabe-nadie-cree-estos-diablos-sotana

[3] Fuente: Fuente: http://www.elimpulso.com/correos-diarios/enterate/oficialistas-lanzan-improperios-residencia-del-arzobispo-barquisimeto

[4] Lea aquí el texto completo: http://www.noticiasbarquisimeto.com/2018/01/17/este-es-el-polemico-discurso-de-victor-hugo-basabe-en-la-procesion-de-la-divina-pastora/

[5] Tomado de El Impulso: http://www.elimpulso.com/noticias/regionales/sermon-monsenor-victor-hugo-basabe

[6] Lea el texto de la CEV: http://www.cev.org.ve/index.php/noticias/274-comunicado-de-la-presidencia-de-la-cev-ante-las-palabras-emitidas-por-el-sr-presidente-en-la-alocucion-del-15-de-enero

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