Apóyanos

Los aliados corales de El Sistema

    • X
    • Facebook
    • Whatsapp
    • Telegram
    • Linkedin
    • Email
  • X
  • Facebook
  • Whatsapp
  • Telegram
  • Linkedin
  • Email

Tuvimos la gran fortuna de poder coincidir en el tiempo y en el espacio con este titán incansable, y acompañarlo por más de 35 años en la construcción y consolidación de su sueño. Fuimos cómplices y amigos que hicimos también nuestros sus ideales y sueños y recorrimos juntos una buena parte de este camino, hasta el día en el cual debimos tomar cada quien su rumbo”

Por MARÍA GUINAND

Estamos celebrando los 50 años de una gesta milagrosa, emprendida por un hombre visionario e inteligente, sensible y audaz, pero sobre todo generoso y tenaz. La obra de José Antonio Abreu, El Sistema, es sin duda una de las más importantes contribuciones a la formación en valores de jóvenes y niños a través de la música.

Tuvimos la gran fortuna de poder coincidir en el tiempo y en el espacio con este titán incansable, y acompañarlo por más de 35 años en la construcción y consolidación de su sueño. Fuimos cómplices y amigos que hicimos también nuestros sus ideales y sueños y recorrimos juntos una buena parte de este camino, hasta el día en el cual debimos tomar cada quien su rumbo.

En estas líneas trataré de recordar esos años de trabajo conjunto en el cual se gestó El Sistema Nacional de Coros y Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, ya que durante más de tres décadas fuimos su brazo coral.

Amigos de juventud.  Soñando, abriendo caminos y rompiendo esquemas

En un salón de clases de la Escuela de Música José Ángel Lamas, en la esquina de Santa Capilla, a finales de la década de los 50, en la clase de Composición del Maestro Vicente Emilio Sojo, se encontraron José Antonio Abreu y Alberto Grau.

Grau, oriundo de Vic, Barcelona, hijo de emigrantes catalanes, y Abreu, nacido en Trujillo, tenían ya muchas inquietudes y sueños; y aunque quizás en esos años no hablaron aún de ellos, sí compartieron las enseñanzas rigurosas y sabias del Maestro Sojo.  Abreu se graduó en Composición y Órgano, clavecín y piano en la Escuela José Ángel Lamas, dirigida por Sojo, y Grau se graduó de Profesor ejecutante de piano en la Escuela Juan Manuel Olivares, dirigida por Juan Bautista Plaza. Surgió entre ellos una profunda amistad, llena de respeto y admiración.

En 1967, Grau funda la Schola Cantorum de Caracas (hoy en Venezuela SCV), agrupación coral que nació dentro de la estirpe del Movimiento Coral Venezolano liderado por el Orfeón Lamas, fundado por el Maestro Sojo en 1930, el Orfeón de la UCV fundado por Antonio Estévez en 1943, la Coral Mobil fundada por José Antonio Calcaño y la Coral Venezuela fundada por Ángel Sauce, entre otras. En ese momento el panorama musical venezolano comenzaba a desarrollarse y expandirse, y en materia de canto coral era aún embrionario, aunque se había conformado en torno al Maestro Sojo una floreciente y excelente escuela de compositores de Madrigales y Canciones Corales.

Los repertorios corales de estas agrupaciones se circunscribían fundamentalmente a la Música Colonial Venezolana (catalogada y transcrita parcialmente en la década de los 30, 40 y 50 principalmente por Juan Bautista Plaza), Madrigales y Canciones Corales compuestas en la Cátedra de Composición del Maestro Sojo, y arreglos de Música popular venezolana. No existían aún intercambios internacionales con los movimientos corales en otras partes del mundo, especialmente con los de la Europa de la postguerra ni tampoco con los Estados Unidos. Sin embargo, el trabajo que desarrollaron en Venezuela varios directores venidos de otras latitudes y los coros que aquí fundaron, como los Orfeones del Centro Vasco y Centro Catalán, o la Agrupación Música Antiqua, permitió incorporar otros repertorios corales a las agrupaciones venezolanas.

La Schola Cantorum desde sus inicios se perfiló como un coro visionario y novedoso. Buscaba descubrir otros repertorios corales y trabajarlos con una interpretación propia y de excelencia y también concibió la creación de programas temáticos, los cuales han quedado como legado histórico en maravillosas grabaciones, como son Aguinaldos Venezolanos 1 y 2; Música del Renacimiento Español; Música Sacra; Música Popular Venezolana; Música Francesa; Antología del Madrigal Venezolano, entre muchos otros.

Esta nueva manera de entender el canto coral, liderada por Grau, lo llevó a fundar en 1971 la primera cátedra de Dirección Coral, con el fin de iniciar el camino de profesionalización del Director de Coros, y en 1973 el Movimiento Coral Cantemos (MCC), una iniciativa que aglutinaba los coros nacientes de los jóvenes directores en grandes Cantos Comunes, tal como lo había presenciado en los Festivales Europa Cantat iniciados en 1961.

En 1974 la Schola Cantorum emprende un ambicioso proyecto: participar en el mayor concurso coral del mundo, el Concurso Internacional Guido D’Arezzo, en Italia, y se alza con el Primer Premio compitiendo con agrupaciones de Rusia, Suecia y Alemania.

Este Premio suscitó un gran interés en el país por el trabajo de la Schola Cantorum y nace entonces la Fundación Schola Cantorum de Caracas (hoy en Venezuela, FSCV) en 1974, por iniciativa de José Antonio Abreu y Alberto Grau, dándole así un segundo impulso a la composición coral venezolana y a la acción coral en el país.

Refiere Grau que el apoyo institucional de José Antonio Abreu hacia la Schola fue decisivo desde un comienzo. Abreu, entre los años 60 y 70, está fundamentalmente, mas no exclusivamente, dedicado a la política y a la economía. Es el diputado suplente más joven del partido de Uslar Pietri electo en 1961; presidió la Comisión de Economía de la Comisión de Finanzas de la Cámara de Diputados durante cinco años; fue asesor de Cordiplan y asesor del Consejo Nacional de Economía y profesor de economía en la UCAB.

Dice Alberto Grau, en el excelente trabajo de Gioconda Cabrera Schola Cantorum de Caracas, un nuevo paradigma en el Movimiento Coral Venezolano. (Los años iniciales 1967-1974 https://www.youtube.com/watch?v=HIWK7MvMo7M): “Por fortuna hice las cosas por una necesidad vital de continuar por un camino. El misterio de todo esto es que no sabía exactamente hacia dónde iba, pero tenía una convicción interna de que este era el camino”. La Schola, dice Ana Mercedes de Rugeles, “fue siempre in crescendo y esto se convirtió en un proceso colectivo”.

Aún en 1974 no se ha iniciado el Proyecto de la Orquestas y Coros Juveniles en el país, el cual se fundaría en 1975. Por lo tanto, podemos afirmar que primero se impulsó el movimiento coral y luego vino el gran movimiento orquestal.

El Canto coral, parte de la educación musical. Primeros montajes (1976-1986)

Uno de los primeros montajes sinfónico corales emblemáticos que realizó la naciente Orquesta Juvenil de Venezuela fue el Mesías de Haendel, en diciembre de 1975 en el Aula Magna de Caracas, dirigido por Alberto Grau, en el cual participó un conjunto de coros liderados por la Coral Filarmónica de Caracas (fundada por el Maestro Gonzalo Castellanos en 1967), la Coral Filarmónica de Aragua (fundada por Igor Lanz en 1971) y coros del  Movimiento Coral Cantemos (fundado por Alberto Grau en 1972). En este tiempo, los coros eran agrupaciones vocacionales que se organizaban en diferentes espacios de la sociedad: las universidades, colegios, liceos, empresas privadas y oficinas públicas, asociaciones y fundaciones corales, etc… Los cantores se acercaban a la música y hacían de ella una actividad no sólo lúdica, sino casi religiosa. Había un fervor y un entusiasmo por descubrir nuevos repertorios y alcanzar niveles de excelencia musical, así como un sentido de camaradería y afecto entre quienes practicaban este arte, que los uniría de por vida.

Abreu y Grau concibieron el canto coral como un espacio de educación musical, como una práctica maravillosa para el solfeo y el entrenamiento auditivo. La diferencia, sin embargo, entre ambas visiones es que Abreu consideraba el canto coral como la etapa inicial de la formación musical antes de pasar al estudio del instrumento, mientras que Grau trabajaba con el canto coral como un arte en sí mismo, dentro del cual el cantor debía crecer y desarrollarse.  Esta diferencia de criterio en los años iniciales de FESNOJIV (fundada en 1979) tuvo como consecuencia que, dentro de los núcleos de FESNOJIV, los coros fuesen fundamentalmente la práctica musical inicial sin lograr desarrollar conjuntos corales independientes hasta la década de los años 90 (salvo algunas excepciones); aun así una gran cantidad de niños y jóvenes iniciantes se sumaron a los grandes montajes sinfónico corales, solamente cantando algunas partes de las obras, apuntalados y apoyados por la SCV y los Coros del Movimiento Coral Cantemos.

Obras como el Mesías de Haendel, la 9ª Sinfonía de Beethoven, la Misa Coronación y el Requiem de Mozart se estudiaron en estos años y sirvieron de impulso a montajes posteriores más ambiciosos.

En el año 1985 se presentó por primera vez en Venezuela la 2da Sinfonía de Gustav Mahler, dirigida por José Antonio Abreu con la Orquesta Simón Bolívar y un gran coro de 500 cantores liderado por la FSCV y el MCC. Otro de estos montajes y proyectos memorables fue La Pasión según San Mateo de Juan Sebastián Bach, presentada en el Aula Magna de la UCV el día 2 de febrero de 1986 bajo la dirección de Alberto Grau.

La idea de Grau con el estudio y montaje de esta magna  obra fue que sus alumnos la conocieran y dirigieran también  con otros coros, orquestas y solistas de todo el país, pudiéndose realizar conciertos en Maracay, Valencia y Barquisimeto. Este proyecto fue el germen de lo que años más tarde sería la Academia Bach de Venezuela, proyecto desarrollado conjuntamente por la FSCV, FESNOJIV y la Academia Bach de Stuttgart (Alemania).

Fueron estos años decisivos en la creación y desarrollo de los espacios académicos para la formación y profesionalización de los músicos, y en este particular del director de coros.

La Cátedra de Dirección Coral fundada por Grau en 1971 luego se transformó en la Escuela de Canto Coral de la FSCV y más adelante se integró al pensum de estudios del Conservatorio Simón Bolívar y dio origen a la Licenciatura en Dirección Coral en el Instituto Universitario de Estudios Musicales fundado en 1985, y más adelante al programa de la Maestría en Música en la Universidad Simón Bolívar, creada en 1996.

También en estos años se fundan los coros infantiles dentro de la FSCV, los Pequeños Cantores de la Schola, y Abreu inicia un Proyecto Coral Infantil independiente formando coros que denominó Niños Cantores.

La 8va Sinfonía de Mahler. Toda Venezuela Canta (1988)

José Antonio Abreu fue un gran visionario y en algunos proyectos podríamos afirmar que tuvo sueños que parecían imposibles, utópicos pero que se hicieron realidad. Una de esas grandes odiseas fue el montaje de la 8va Sinfonía de Gustav Mahler, la Sinfonía de los Mil estrenada en Caracas el 4 de junio de 1988.

Abreu nos convocó a Alberto y a mí a su oficina y nos dijo: “Tenemos que trabajar y montar la 8va Sinfonía de Mahler, debemos agrupar un coro de 1.300 cantores de todos los estados del país”. Nos miramos las caras, perplejos y asustados, y le dijimos: “José Antonio, esto es imposible. No tenemos este número de cantores entrenados en todo el país que puedan abordar una obra de las dificultades de esta sinfonía”. Pero para Abreu la palabra “imposible” no existía. No cesó en su empeño y entusiasmo y nos animó a buscar estrategias e ideas para literalmente “construir” ese gran montaje. Alberto, como compositor, elaboró partituras corales adecuadas al nivel de cada una de las agrupaciones participantes y a mí me correspondió la gestión para organizar ensayos y seguimientos en esta titánica tarea. Así, trabajando como un buen panal de abejas, armamos un tejido finísimo de voces que podían reunirse regionalmente e ir paso a paso dándole forma a esta obra monumental. Casi ocho meses después pudimos reunirnos todos en Caracas y completar esta gesta maravillosa bajo la batuta del Maestro Español Theo Alcántara. Todos los coros en una tarima de 32 escalones, hecha con andamios y tablas.

¡Una temeridad!

Sin embargo, este formato de concierto sinfónico coral hubo de repetirse por 12 años más con obras como la 9ª Sinfonía de Beethoven, la Cantata Criolla, El Choros No.10 de Villalobos en varios conciertos memorables, lo cual dio una gran visibilidad al trabajo de FESNOJIV y del Movimiento Coral Cantemos.

Un hito en la historia de la Orquesta Simón Bolívar y la SCV y el Orfeón de la Universidad Simón Bolívar fue el trabajo con el Maestro mexicano Eduardo Mata en el montaje y la gira internacional al Royal Albert Hall (Londres) y el Concertgebow (Amsterdam) (1989); así como la grabación para la firma DORIAN records de la Cantata Criolla de Antonio Estévez y el Choros No. 10 de Villalobos; y posteriormente de la Vida Breve de Manuel de Falla.

Expansión de FESNOJIV y fortalecimiento del Movimiento Coral Nacional (1989-2000)

En 1989 Abreu es nombrado ministro de Cultura y ese período fue de gran significación y crecimiento para la red de Orquestas Juveniles e Infantiles del país y para el crecimiento y consolidación del Movimiento Coral Cantemos.

Fue éste un período fecundo y lleno de nuevos proyectos en el ámbito coral y orquestal, como la creación de la Academia Bach de Venezuela y la presencia en nuestro país de los Maestros de la Bachakademie de Stuttgart, Alemania, bajo la dirección del Maestro Helmuth Rilling, en Caracas, Maracay, Mérida, Barquisimeto y Carora. Estudiamos las obras de Juan S. Bach, Mozart, Haydn, Brahms, entre otros.

Paralelamente, también fundamos la Academia Nacional de Canto Gregoriano, bajo la dirección de los Maestros Luigi Agustoni (Suiza) y Johannes Berchmans Goeschl (Alemania) para profundizar en la música sacra gregoriana y polifónica. Fue un tiempo maravilloso en la formación de los directores corales en todos estos diferentes estilos y obras.

Soñamos y trabajamos muy duro para consolidar una gran Federación Nacional de Coros y una Federación de Orquestas, adscritos al Ministerio de Cultura, proyectos que comenzaron con éxito, pero no pudieron desarrollarse en el tiempo.

Vale la pena señalar también que durante estos años Abreu puso especial interés y empeño para consolidar un proyecto de Educación Musical Formal para la Escuela Primaria y Secundaria, de manera de darle a las artes, y a la música en especial, un lugar fundamental en el pensum educativo formal. Se avanzó mucho en este proyecto, pero las circunstancias políticas de esos años y los cambios ministeriales imposibilitaron llevar a feliz término esta iniciativa.

En 1996 se funda el Centro Académico Regional en Montalbán, y desde allí se comienza a realizar una acción más profunda para crear de un programa coral propio para FESNOJIV, ofreciendo educación musical a niños de las comunidades cercanas como La Vega, Carapita, y Caricuao y sentando las bases para la creación de  Coros Infantiles.

America Cantat III (2000) y visitas de grandes maestros

Recibimos el año 2000 con la difícil situación que produjo en el país el deslave de Vargas.

Desde la FSCV y el Movimiento Coral Cantemos habíamos trabajado muy duro durante dos años para gestar y organizar el gran Festival Coral America Cantat III, con el apoyo decidido de FESNOJIV y Abreu. A pesar de las dificultades de ese momento, logramos hacer este gran Festival Internacional en el cual participaron 4.000 cantores de Venezuela y el mundo en una programación de conciertos y talleres de formación durante toda una semana. Fue éste un evento coral único e irrepetible en Venezuela.

Un hito en este Festival Coral fue la presentación de la Orquesta Nacional Infantil dirigida por el joven Gustavo Dudamel, conjuntamente con un gran coro de niños dirigido por el Maestro finlandés Erkki Pohjola.

Ese año FESNOJIV inicia el proyecto Acción social por la Música con el auspicio de la Corporación Andina de Fomento (CAF-Banco de Desarrollo) que tenía como propósito la Formación de Formadores Orquestales y en el año 2003 Abreu nos propone a la FSCV hacer lo mismo en el ámbito coral. Trabajamos de la mano durante 17 años en nueve países de Latinoamérica formando maestros y directores corales y constituimos en varias oportunidades grandes coros juveniles e infantiles en los diferentes países del continente  con el proyecto que se denominó Voces Andinas a Coro.

Llegaron al país los grandes maestros, como Giuseppe Sinópoli, para dirigir la 9ª Sinfonía de Beethoven (2001), Simon Rattle, con quien tuvimos la inmensa alegría de interpretar la 2da Sinfonía de Gustav Mahler (2004), Claudio Abbado (2005) (obras de Berlioz, Verdi y Beethoven), Krzysztof Penderecki (2006) (Las siete puertas de Jerusalén y otras obras). Hasta ese momento FESNOJIV había ya consolidado sus orquestas infantiles y juveniles y comenzó entonces el trabajo de formación y expansión de un espacio coral propio, independiente de las orquestas. Las bases ya estaban colocadas para ampliar el alcance de este movimiento musical masivo.

El Sistema Nacional de Coros

El devenir político del país introdujo cambios significativos en la asignación de recursos financieros al sector cultural y, por ende, al Movimiento Coral Nacional.

En 2005, se formalizó la Dirección Nacional del Sistema Nacional de Coros y fue en el año 2006 cuando Abreu funda la Coral Juvenil Simón Bolívar con la intención de crear una agrupación juvenil de alto nivel musical, conformada por jóvenes coralistas de todo el país.  El rápido crecimiento de este programa se apuntaló sin duda en el trabajo previo, realizado durante décadas por la Fundación Schola Cantorum y el Movimiento Coral Cantemos, junto a otras agrupaciones y Asociaciones corales ya existentes en el país. Se fundan así Coros Juveniles Regionales en los estados Lara, Aragua, Falcón, Guárico, Carabobo y Zulia.

En el año 2011 FESNOJIV cambia su nombre a Fundación Musical Simón Bolívar y es adscrita al Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno, y es través de la Misión Música que fluyen los recursos financieros para impulsar de manera vertiginosa este programa coral, creando coros pre-infantiles, infantiles, juveniles y comunitarios en todos los estados del país, que se convierten en espacios de formación de directores y maestros de coros. Igualmente se fundó la Academia de Canto para apoyar educación vocal de los jóvenes cantores.

Las visitas del Maestro Gerald Wirth, director de los Niños Cantores de Viena, auparon el desarrollo de proyecto de los Niños Cantores de Venezuela fundado por la Maestra Lourdes Sánchez en 2007.

En este período se abre finalmente un espacio coral para desarrollar como músicos a una gran cantidad de jóvenes que ahora integrarán los coros de El Sistema. Igualmente, se insiste en la necesidad que los niños y jóvenes de las Orquestas también canten, lo cual sin duda contribuye a desarrollar mejor sus capacidades musicales.

La Coral Nacional Simón Bolívar de Venezuela (CNSBV), dirigida por la Maestra Lourdes Sánchez, se consolida entonces como un coro profesional, de excelencia artística, que cuenta con programas permanentes de capacitación y entrenamiento vocal y constituye hoy en día la agrupación líder dentro de El Sistema Nacional de Coros. Ha desarrollado un amplio repertorio “a capella” y también sinfónico coral ya que es la agrupación que acompaña de manera permanente los conciertos de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, liderando en 2012 el Ciclo Mahler titulado Dudamel por la Paz.

A partir del año 2012 comenzó su período de internacionalización con giras a Alemania, USA, Colombia, España, Reino Unido, Portugal, Francia; destacándose su participación en la Residencia artística de El Sistema, en el Festival de Salzburgo (2014) y en el Teatro alla Scala, de Milán (2015), donde interpretaron la Bohéme, siendo el primer coro no perteneciente al prestigioso Teatro en interpretar allí esa obra.

Nuevas agrupaciones corales de formación y entrenamiento, como la Joven Coral Ángel Sauce y el Coro Metropolitano creadas para continuar abriendo caminos en materia coral dentro de El Sistema.

Paralelamente, la FSCV continúa, de manera independiente, sus actividades de formación y difusión del arte coral en niños y jóvenes del país.

Hoy, con un camino recorrido de 50 años celebramos la vida de El Sistema, queremos reconocer y agradecer al gran equipo de colegas y músicos con quienes pudimos compartir estas luchas y siembras corales. Nos sentimos muy orgullosos y satisfechos de haber podido acompañar durante varias décadas a José Antonio Abreu en su sueño y en su gesta, y es nuestro deseo que ésta continúe con éxito abriendo caminos y creando espacios para que los niños y jóvenes de Venezuela y el mundo puedan seguir “tocando, cantando y luchando”.

Noticias Relacionadas

El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!

Apoya a El Nacional