Paralelismo entre la lucha de los Buendía y el arrojo por romper la opresión en Venezuela.
La novela Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, aunque no aborda directamente la política venezolana, ofrece una profunda reflexión sobre el poder, la corrupción, la soledad y el destino de los pueblos latinoamericanos. Estos temas pueden servir como un contexto literario para analizar la realidad política venezolana.
En la obra del Gabo, el poder suele llevar a la corrupción y al deterioro social. Este paralelismo puede hacerse con el régimen de Nicolás Maduro y su negativa a ceder el poder. La novela ilustra cómo el poder absoluto puede corromper y destruir, reflejando la situación venezolana.
La historia de Macondo, donde la familia Buendía enfrenta ciclos interminables de violencia y autoritarismo, refleja la situación contemporánea de Venezuela, donde la corrupción y la represión llevó a un estado de crisis prolongada. A la vez, es un espejo de las dinámicas de poder en nuestro país, especialmente al comparar los eventos de la novela con las manifestaciones actuales contra el régimen madurista.
Lo anterior se puede relacionar con la situación de María Corina Machado, quien llamó a la movilización social que, en un contexto de represión, desencadenó un despliegue de coraje social, que se expresó con el grito unificador “¡No tenemos miedo!” y dejó al régimen en una posición desfavorable ante la comunidad internacional. Este hecho adquiere mayor relevancia tras la consumación de la juramentación del 10E cual espectáculo de magia fallido.
La movilización convocada por María Corina para desafiar al régimen, buscando romper con un ciclo que parece interminable, evoca las luchas narradas por García Márquez, con las cuales el pueblo busca recuperar su voz y su dignidad. Por eso, personajes del Gabo que enfrentan el aislamiento y la lucha son un espejo de la realidad que vivimos los venezolanos hoy.
Después del histórico 9 de enero de 2025, al igual que los Buendía, quienes intentan cambiar su destino ante variadas adversidades, los venezolanos enfrentamos el desafío de hacer cara ante un sistema que se aferra al poder. En ese sentido, la lucha por una Venezuela libre se asemeja a la búsqueda de los Buendía por romper con su historia trágica.
En este contexto, las manifestaciones actuales lideradas por María Corina Machado no solo buscan un cambio político inmediato; son una declaración social contra la fatalidad que ha marcado al país. Así como los Buendía intentaron liberarse de su legado trágico, los venezolanos estamos determinados a forjar un futuro diferente.
La historia tiende a repetirse en contextos similares, lo ilustra la relación entre Cien años de soledad y la situación actual de Venezuela. En este escenario, la resistencia civil contra el régimen madurista refleja el anhelo del venezolano por romper con un ciclo opresivo cimentado en el miedo, un miedo que, por cierto, ya ha sido superado.
Noticias Relacionadas
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional